Fieles a la tradición, pero sobre todo con el propósito de mantener latente la memoria histórica, con el auxilio de la reverencia, un grupo de arquitectos e ingenieros de especialidades afines con la construcción, fundadores de las Brigadas Estudiantiles José Antonio Echeverría, se dieron cita para rememorar el acontecimiento, acaecido en octubre de 1959.

Foto: Archivo

Brazo armado de la FEU, en la capital,  las agrupaciones surgieron a instancias del Primer Ministro del Gobierno Revolucionario Comandante en Jefe Fidel Castro. Era la respuesta del estudiantado revolucionario a las agresiones y sabotajes, organizados por el imperialismo con el propósito de destruir la revolución. Aunque a decir verdad, los educandos constituían el núcleo central, pero a  las fuerzas se integraron asimismo profesores y otros trabajadores de la Universidad de La Habana.

De eso hablaron, a partir de sus vivencias personales, los arquitectos e ingenieros que respondieron a la convocatoria de la Sociedad de Arquitectura, de la capital, perteneciente a la delegación provincial de la Unión Nacional de Arquitectos e Ingenieros de la Construcción de Cuba (UNAICC), quienes dejaron bien en claro que a pesar de los riesgos y peligros, no hay arrepentimientos y para ellos constituye uno de los capítulos más hermosos de sus vidas, que estarían dispuestos a repetir si fuera necesario.

Foto: Pepe Suárez

Y nadie mejor para ofrecer el hilo conductor que Raúl Antonio Fernández Capote, dada su condición de niño testigo-protagonista, en tanto sus padres, estudiantes de arquitectura e integrantes fundadores de una de las brigadas -en aquel convulso primer año de revolución victoriosa-, lo llevaban a prácticas, marchas y movilizaciones, hasta hacer de él un revolucionario convencido.

Y Raulito, como le dicen quienes entonces –y algunos también después- compartieron vicisitudes con sus progenitores, habló de su experiencia, como miliciano prematuro, y como agente de la Seguridad del Estado, infiltrado en las filas enemigas, con el sacrificio de lo que para él, al decir de Fidel, es entre todos el más grande: el de la moral, pero –en mi opinión-  con la recompensa de prestar un servicio inestimable a la Patria.

Dedicado a homenajear los aniversarios 97 de la fundación de la Federación Estudiantil Universitaria (20/12/1922) y 61 del triunfo de la Revolución), al encuentro, presidido por el coronel ® Víctor Dreke Cruz, presidente de la dirección provincial de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana y Dr. Héctor Terry Molinet, sobresaliente luchador de la clandestinidad contra la dictadura de Batista, acudieron estudiantes de la casa de Altos Estudios, encabezados por Mónica Mestre Morales, presidenta de la FEU, en la UH.