Era la primera vez que lo veía. Un señor que aparentemente no presentaba ninguna discapacidad, sin embargo, iba acompañado de una joven, su intérprete. Hablaba con dificultad, pero entendí el sentido de su mensaje, que no es otro que el principio de inclusión de un país socialista como Cuba, donde todos somos iguales.

Aquel señor, alto y delgado era Jesús Barroso, vicepresidente de la Asociación Nacional de Sordos de Cuba (Ansoc) en La Habana y se acercó a una reunión de trabajo con los medios de prensa provinciales para entregar la convocatoria que abre el Centro Nacional de Superación y Desarrollo de la Persona Sorda (CENDSOR) para aquellas personas que deseen recibir formación básica como intérprete de Español/Lengua de Señas Cubana.

En la segunda semana del mes de marzo de 2020 y durante ocho semanas, de lunes a viernes, todas las personas que deseen aprender el lenguaje de señas podrán hacerlo en la escuela Omar Torrijo, ubicada en la Avenida Crusell y Final, Reparto tejas, municipio de San Miguel del Padrón.

Hasta el venidero 20 de enero estarán abiertas las matrículas y los aspirantes deberán ser residentes de La Habana, Artemisa, Mayabeque o la Isla de la Juventud y oscilar entre 18 y 45 años de edad, además de poseer nivel escolar medio o superior.

Impartir los conocimientos elementales para desarrollar las habilidades necesarias para ser un mediador lingüístico y cultural, constituye el objetivo fundamental del curso.

El lenguaje es primordial dentro de cualquier sociedad y al pensar en las personas con discapacidad auditiva, la lengua de señas se hace necesaria para la interacción diaria y para el acceso a la información.

“Los sordos también somos importantes, es por ello que cada año preparamos a intérpretes para que hagan música dentro del silencio”, afirmó Jesús Barroso.