La Habana continúa acometiendo obras de carácter económico y social que rinden homenaje a su 500 Aniversario y agasajan el arribo del 61 aniversario del triunfo de la Revolución.
Calles, viviendas e inmuebles ubicados en los alrededores del emblemático parque Piñera, en el Cerro, han sido testigos durante varios días del mes de diciembre de una profunda restauración constructiva que ha llamado la atención de los residentes por la agilidad, calidad y ampliación del proceso emprendido por los diferentes sectores implicados en el proyecto.
En comentarios anteriores habíamos abordado otros procesos de reparación y también signos de deterioro constatados en algunos parques de la ciudad, incluyendo este.
Sobre el Piñera en particular, hemos advertido hechos donde predominó en su menoscabo la indisciplina social, la falta de sistematicidad en los mantenimientos y preservación de lo rehabilitado.
Afortunadamente por estos días el área de estar exhibe una imagen completamente diferente para satisfacción, no solo de los vecinos sino, además, de todos los habaneros que de una u otra forma concurren a él. Los viales de acceso al mismo muestran un sorprendente restablecimiento y sobre todo se aprecia eficacia en su terminación.
Asimismo, quienes viven en casas y edificios ubicados en las arterias contiguas, revelan complacencia por la labor desempeñada por los trabajadores de las brigadas constructivas que resanaron y pintaron las fachadas con variedad de colores, al tiempo que fueron proyectando una mejor imagen al barrio.

La reanudación del sistema eléctrico (dañado desde hace bastante tiempo) fue también uno de los aspectos que contribuyó a mejorar la imagen y viabilizó el servicio Wifi en horas nocturnas. De igual forma la poda de árboles, la revitalización de plantas ornamentales y la periodicidad del trabajo de los compañeros de servicios comunales en la recogida de desechos sólidos favorecen también el florecimiento integral alcanzado con esta oportunidad.
El espacio del parque dedicado a la infancia es también favorecido con un muro a su alrededor que quizás potencie una mejor preservación de los medios y equipos, los cuales han sufrido deterioros. Seguimos pensando que el rol del otrora guardaparque debía retomarse.
Esta sustancial inversión que sin dudas cuenta con el beneplácito del pueblo habanero demandará de una atención y vigilancia sistemática para evitar su detrimento.
Hay que reconocer el encomiable esfuerzo económico-financiero que realiza el Partido y Gobierno de la capital para sustentar La Habana como la ciudad real y maravillosa que sus moradores y visitantes, anhelan. Aún en las difíciles condiciones que impone el criminal bloqueo y asedio perenne por parte de la administración de Estados Unidos que preside el magnate, Donald Trump, la ciudad enfrenta los desafíos, y avanza hacia mayores logros.
Mientras no se pongan guardaparques se seguiran deteriorando los parques, pues la indicisplina social aumenta cada dia mas y todos estos esfuerzos serán en vano.
Ya ayer pusieron un reportaje en el NTV sobre el parque de G y 27 con los desórdenes y maltratos contra los medios que el Estado pone allí. Si las autoridades no actúan continuarán sucediendo en todos los parques y monumentos (como el de G y 27). Autoridades con poder : Policía, que hagan sus recorridos pero lo más importante es que divulguen los implicados y medidas que se toman. Sino seguirá pensandose que no pasa nada.
Que bueno, aunque no hace mucho lo medio repararon y crearon un espacio para los niños con cerca y no duró nada, la indisciplina social y la mala calidad de la reparación lo destruyó. Viví frente a este parque y la violencia por la tomadera de bebidas alcohólicas era diaria, los muchachones jugando pelota sin importar al transeúnte acabaron con el césped. Este debe ser un espacio para impartir Educación! Enseñar buenos modales y practicar la buena convivencia, el respeto por el anciano y la limpieza. Las calles en un lateral estan muy dañadas. Esperemos que logremos mantener lo que tanto cuesta y se invierte.