En los últimos tiempos se pueden ver volar algunas mariposas entre las flores de jardines y parques. Pero aún no hay suficientes, porque diversos factores han provocado su disminución, sobre todo en las zonas más céntricas y urbanizadas.
El deseo de revertir este proceso fue uno de los motivos que incentivó la construcción del primer Mariposario de Cuba en la Quinta de los Molinos, luego de ser restaurada por la Oficina del Historiador. Fue inaugurado el 20 de junio de 2015, con fines educativos, medioambientales, científicos y de conservación de este grupo de insectos de la fauna cubana.

El Mariposario es un espacio cerrado dedicado a la cría y exhibición de las mariposas, donde se controla la temperatura y la humedad, a través del regadío y la incidencia del sol, lo cual está regulada por el diámetro de la malla que permite pasar cierta cantidad de luz, porque las mariposas necesitan obtener la energía que brinda el sol para poder volar.
Dentro de este hay dos tipos de plantas fundamentales: las plantas de néctar, que tienen floración, de la cual se alimentan las mariposas, y las plantas hospederas, que por mecanismos evolutivos ellas seleccionaron para depositar los huevos. Por lo general, cada especie de mariposa pone los huevos en una planta específica o en una familia de plantas.

Tiene capacidad para cerca de 20 especies. Para obtenerlas hay que capturarlas, lograr su reproducción y al paso del tiempo las liberan en su hábitat, por lo que contribuyen a aumentar su cantidad. Su tiempo de vida depende de la especie, puede ser 15 días, dos meses, cuatro meses o más.
Su uso está orientado en la búsqueda de alternativas de explotación sostenible de los recursos naturales, el desarrollo de trabajos investigativos para la implementación de opciones, que contribuyan al correcto manejo de la biodiversidad en áreas urbanas, y para fortalecer la educación medioambiental.
Cada mañana, las personas que allí laboran deben revisar las plantas hospederas, en busca de nuevas larvas y ponerlas en un frasco de cristal para que no las devoren. Luego son trasladadas al laboratorio, donde son alimentadas y cuidadas. Al transformarse en crisálida, esta es llevada al área de exhibición, denominada pupario, para que los visitantes puedan presenciar el momento en que emerge la mariposa.

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Magnifico! Extraordinarily noticia, Muchas Gracias! Buena Suerte!
Estuve allí, muy bonito lugar, lamento no haber sabido de la existencia del papuario; si es posible me gustaría recomendar más lugares como este en La Habana.