La directora Silvia Vilma Hernández Sánchez asegura que el empeño de los 11 trabajadores del centro es el cabal conocimiento de la vida de Camilo Cienfuegos. Foto: María Victoria Valdés Roda

De loma en loma desanduvo un Camilo niño la barriada de Lawton y no había quien se mostrara indiferente ante su buen carácter y afable manera de ser, esa por la que el pueblo cubano lo sigue amando desde el recuerdo de su epopeya de Yagüajay o desde el eco de su voz desgarrada de emoción al recitar el patriótico poema Mi Bandera.

Y si cada 28 de octubre las aguas que circundan esta isla semejan un enorme lecho de flores en ofrenda por su desaparición física, ese día, de este 2019, la capital cubana volverá al propio origen de tan singular habanero al reinaugurar su casa natal. Ubicada en Pocito número 228 entre San Anastasio y Lawton, en el municipio de 10 de Octubre, este museo, declarado Monumento Nacional en 1999, volverá a ser parte “viva” de una comunidad que hace 84 años atrás acogió a la familia Cienfuegos Gorriarán.

El lugar estará abierto al público de martes a sábado en el horario de 8.30 am hasta las 3.30 pm, y los domingos de 8.30 am a 12 pm.

Gigantografía del documento firmado por Fidel Castro donde asciende a Comandante al Señor de la Vanguardia Foto: María Victoria Valdés Roda

Los niños colmarán otra vez las salas expositivas donde tal vez se ilusionen con probarse uno de los sombreros alones del legendario Comandante de la Sierra o decidan hacerse filatelistas después de observar las emisiones postales emitidas en nuestro país en honor al hombre de amplia sonrisa pero de convicciones firmes. Camilo Cienfuegos fue un soplo fresco. Lo perdimos muy temprano, sin embargo, gracias a ese paso intenso e incluso itinerante (el Museo atesora una de las bufandas que usara en Nueva York) se nos ha quedado como un habanero consumado, que nunca se fue de Lawton. Sigue en Pocito 228, en Diez de Octubre.

Las generaciones se han sucedido una tras otra pero todas han aprendido a conectarse con las anécdotas de su sencillez y simpatía. Por eso este Museo considera el vínculo con la comunidad como “el corazón de su desempeño”, según declarara a Tribuna de La Habana su directora Silvia Vilma Hernández Sánchez.

“Hemos estado cerrados por espacio de tres años y hay mucho interés en la población por la reapertura. Nos preguntan por la calle, y hasta vienen por aquí los padres con sus hijos para saber cuándo abrimos”, explica Vilma y agrega:

“Hay mucha expectativa, fundamentalmente porque una de las tradiciones de la institución ha sido editar la Ruta Arcoíris, que comprende visitas a varios puntos de nuestra localidad relacionados con Camilo y esa iniciativa será retomada”.

Una de las piezas que sin duda despertará mayor atención será uno de sus emblemáticos sombreros. Foto: María Victoria Valdés Roda

Esta casa natal (fundada como Museo en 1989) está compuesta de dos segmentos. Uno es patrimonial, compuesto por la base original del inmueble, de la década de los 20 del siglo pasado y de estilo ecléctico, donde se conserva parte del mobiliario de la infancia de Camilo. El otro abarca siete salas entre las que sobresalen las dedicadas a la etapa del Granma y la Sierra, la invasión y la Revolución, su desaparición física y su vigencia.

La institución se prestigia además por contar con una rica colección de casi 300 fotografías y documentos que incorpora buena parte de su epistolario y el sueño del colectivo es convertirse en centro de referencia nacional para los estudiosos de la vida del Señor de la Vanguardia.

En la Sala 6 se evoca el trágico momento de su desaparición física el 28 de Octubre de 1959. Foto: María Victoria Valdés Roda

La obra de restauración ha estado a cargo del gobierno de Diez de Octubre, la Dirección Municipal de Cultura y el Centro Provincial de Patrimonio Cultural, con la participación de otras instancias como el Fondo Cubano de Bienes Culturales. Las labores constructivas, en su fase final, corren a cargo de la Cooperativa Corema.

Lawton está muy alejado de la costa no obstante Camilo tendrá, a propósito del 60 aniversario de su partida, este 28 de octubre, un mar de pueblo que, convocado a primeras horas de la mañana, asistirá al acto patriótico cultural y colmara la calle Pocito 228. Algunos traerán rosas, azucenas o girasoles, otros, los pioneros y los estudiantes de secundaria, vendrán con sus mochilas repletas de libros para los estudios. Varios, los mayores, puede que tal vez luzcan alguna medalla en el pecho. Y Camilo, donde sea que repose, estará feliz al saber que en el pueblo hay muchos como él, y que no lo olvidan.