Le falta aún una decena para cumplir un siglo. Noventa años se dice fácil, pero para Agustín Díaz Cartaya haberlos vivido en tiempos tan convulsos y tener hoy la satisfacción de disfrutarlos en un país libre, es toda la felicidad.
En la Casa de los Combatientes de la Revolución cubana del Consejo Popular Armada, en el Cerro, se dieron cita para homenajear al hombre que escribió la marcha del 26 de Julio: Agustín, o Cartaya, como le llaman quienes lo conocen.
Cartaya recordó a Fidel junto a los allí presentes y expresó su criterio sobre la guía del Comandante en Jefe, indispensable para él durante su juventud. “Yo pensé siempre que la Revolución iba a triunfar porque la fe fue el mejor adiestramiento que nos dio Fidel, el optimismo que él fue capaz de influir sobre nosotros fue tan grande que se convirtió en un sistema ideológico verdaderamente generalizado. ¡Qué confianza cuando lo veíamos, qué transparencia tenía ese hombre que estaba en todos los lugares!”, aseguró.
Acompañaron la reunión el presidente provincial de la Asociación de Combatientes, Víctor Dreke; dirigentes del partido y combatientes, junto a trabajadores y vecinos de la localidad.
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