Ante cualquiera de estos baluartes de la Historia, es posible descubrir un nombre, recordar un sentimiento... para los habaneros y el mundo están ellos, talismanes de la memoria; anclajes del pasado en la ciudad
Cada monumento, busto o escultura en La Habana, recuerda una fecha o un hecho, rinde homenaje a una personalidad de la cultura o la política en Cuba, habanero o no. Desde su aparente silencio de piedra, mármol o bronce, impiden la ocurrencia de un olvido y conservan la memoria del pasado apresada en una forma inanimada.
A fuerza de estar siempre, algunos ojos los ignoran; pocos reparan en los datos reflejados a su lado, pues son parte indisoluble de un paisaje familiar y caluroso, bañado de sol... que por momentos parece aprendido de memoria o completamente conocido.
Sin embargo, al detener el paso ante cualquiera de estos baluartes de la Historia, es posible descubrir un nombre, recordar un sentimiento... para los habaneros y el mundo están ellos, talismanes de la memoria; anclajes del pasado en la ciudad de hoy.
La parte central del Paseo del Prado, en la calle Neptuno, termina con un busto en mármol blanco, dedicado al literato, historiador y patriota cubano, Manuel de la Cruz. La obra fue inaugurada el 10 de octubre de 1918, cincuentenario del alzamiento de Céspedes en La Demajagua e inicio de la Guerra de los Diez Años. La estatua fue destrozada al ser impactada accidentalmente por un carro contra incendios el 27 de noviembre de 1992, y fue restaurada por los especialistas de la Oficina del Historiador de la Ciudad.
El habanero Manuel de la Cruz nació en 1861, muy joven viajó a Francia y España, en Barcelona enriquece su formación política y literaria y envía colaboraciones a importantes revistas cubanas. En 1894 recorrió toda Cuba para preparar el terreno de la Guerra Necesaria
Foto: Oilda Mon
Situado entre el Castillo de San salvador de la Punta y el parque de los Mártires, cerca del Malecón habanero, este monumento rinde homenaje a los ocho estudiantes de medicina inocentes ejecutados por el gobierno español el 27 de Noviembre de 1871 en el mismo lugar donde se levanta la obra, diseñada por el escultor José Vilalta Saavedra. En el Monumento se conservan las huellas de las balas del paredón de fusilamiento, con una capilla de estilo griego que rodea el mismo. En su interior una urna que simboliza cobijar los restos de los jóvenes. Sobre él la figura de Neptuno que representa el tiempo y a un lado la figura de la justicia.
Foto: Oilda Mon
El Castillo de San Salvador de la Punta, ubicado en la intersección de la Avenida del Puerto y la calle Prado en La Habana Vieja, fue construido entre 1590 y 1630 yformó parte del sistema defensivo de la ciudad.
En él, pueden apreciarse los elementos de la arquitectura militar distintivos del siglo XVI y el modo en que evolucionaron hasta finales del siglo XIX. El decursar histórico de las capacidades defensivas del archipiélago, y la huella dejada en los mares que lo rodean cuenta con tres salas de exposición permanente dedicadas a la monografía histórica de la fortaleza, la construcción y el modelismo naval y la arqueología subacuática.
Foto: Oilda Mon
En los jardines del Capitolio de La Habana, se localiza un busto de Martín Morua, una de las figuras más sobresalientes de la vida pública de Cuba, por su labor política, literaria y periodística. Nació en la ciudad de Matanzas, fundó el periódico El pueblo, el cual fue cerrado por estar implicado Morua en la Guerra Chiquita. Al terminar la guerra prosigue con su labor periodística y política, delegado a la Asamblea Constituyente de 190, fundó el Partido Moderado en 1904, presidió el Senado y nombrado Ministro de la Agricultura, Comercio y Trabajo, Falleció en la Habana el 28 de abril de 1910.
Foto: Oilda Mon
El Monumento al General Máximo Gómez, situado frente al malecón, en La Habana es un conjunto escultórico y monumental realizado por el artista italiano Aldo Gamba y dedicado a quien murió en la ciudad a principios del siglo XX luego de haber participado en las guerras por la independencia de Cuba a pesar de su nacionalidad dominicana; por eso que esta escultura ecuestre está orientada hacia el mar, para significar que su protagonista es extranjero. El conjunto fue inaugurado oficialmente el 18 de junio de 1935. La escultura está sobre un templete de forma rectangular con once columnas de mármol blanco, inspirado en el templo de la patria, la que descansa en un zócalo con bajorrelieves laterales alegóricos a las guerras en las que participó Gómez.
Foto: Oilda Mon
Esta, la primera estatua en Cuba a José Martí, fue colocada al centro del Parque Central habanero el 24 de febrero de 1905 a las 9.00 de la mañana. A su alrededor, 28 palmas reales en recuerdo al día del aniversario del nacimiento del Apóstol, en enero de 1853. La obra fue levantada en mármol de Carrara por el destacado escultor cienfueguero José Villalta Saavedra quien empeñó sus reservas monetarias y pertenencias para completar el precio convenido para su ejecución. Pen el momento de la inauguración estuvieron presentes el Máximo Gómez y el entonces presidente Tomás Estrada Palma.
Foto: Oilda Mon
No menos importante es la del cubano,Joaquin Albarran,que frente al hospital de Emergencias,resiste el desprendimiento de sus losas de granito negro,cosa remediable a tiempo si de verdad a alguien le importara, digase Comision de monumentos u Oficina del Historiador.un poco de interes y creatividad para recuperar su base tambien le vendria bien.
Muchos lugares de nuestra ciudad necesitan ser rescatados de los embates del tiempo ciertamente pudiéramos descubrir en cada esquina un trozo de Historia esperando a ser salvado
muy buen artículo en defensa de nuestros monumentos en la capital, ¿la idea es ir recorriendo la ciudad y comentar poco a poco sobre algunos? está muy bien hacerlos visibles para la gente que pasa sin mirar, felicidades a las compañeras periodistas. solo un detalle y es la errata en la palabra baluarte, que aparece escrita con v en el titular y dentro del texto.
Los monumentos son partes esenciales de la memoria historica de una ciudad y de un pais. Pero que ltristeza da ver a los monumentos dañados por vandalos inescrupulosos. En el municipio Plaza de la Revolucion hay varios monumentos que han sido despedazados, mutilados, desaprecidos y manchados con pintura por personas sin amor por la ciudad, sin decoro y sin cultura. Lo mismo ha sucedido con los bancos de los parques, las cercas perimetrales y los equipos de recreacion de parques infantiles. Hace falta mas vigilancia y aplicacion de medidas severas con los infractores. Hay que divulgar cada medida que se tome con los infractores. Basta ya de contemplaciones.