La despedida del verano para niñas, niños y adolescentes del barrio, fue una de las acciones de la Asociación de Cantineros de Cuba en el contexto del aniversario 500 de la antigua villa de San Cristóbal de La Habana y el 95 de la fundación de esa organización profesional.
Chicas y chicos de los alrededores, acudieron a la sede de la asociación en el Vedado habanera, donde su presidente, José Rafa Malém, les explicó acerca de la misión de la ACC en la formación de las nuevas generaciones de cantineros cubanos.
Como parte de su actividad social y comunitaria, realizan encuentros con la comunidad, en particular, con alumnos de la escuela Secundaria Básica Bernardo Domínguez, ubicada frente a la casa de la asociación, en la esquina de la calle 5ta y la avenida Paseo.
Durante este año, explicó Rafa Malém, se han hecho varios intercambios e impartido conferencias a esos pequeños, en los cuales estudiantes del barrio han tenido la posibilidad de ampliar sus conocimientos sobre el universo y la historia de la cantina cubana, aprender algunas formas de elaboración de los cocteles analcohólicos y conocer sobre el consumo responsable de bebidas.
En el encuentro, con payaso incluido, los pequeños pudieron disfrutar de diversas sorpresas gastronómicas elaborados por Eugenia Lisbeth Elías Muñoz, secretaria ejecutiva de la ACC.
Al cierre, varios cantineros especializados en el dominio de la disciplina del flameado, invitados especialmente para la ocasión, demostraron sus habilidades en el manejo de los utensilios de la cantina.
De acuerdo con Rafa Malém, en la actualidad, el trabajo de este gremio se enfoca en la preparación de muchos jóvenes interesados en incursionar en este mundo de la gastronomía, con alto nivel cultural y académico.
Entre otras actividades por el aniversario, la Asociación de Cantineros de Cuba ha realizado competencias de coctelería, talleres y presentaciones de productos, que les han permitido a sus integrantes sumarse al programa de La Habana 500.
La actual Asociación de Cantineros de Cuba, que celebró este año su aniversario 95, es heredera del Club de Cantineros de la República de Cuba (CCRC), constituido el 27 de junio de 1924, y su primera sede radicó en la calle Prado, No. 111, con un logo empotrado en el piso, que aún hoy permanece en ese sitio.