La Finca Los Laureles, en el municipio de Cotorro, es uno de esos sitios donde la constancia en el trabajo y el aprendizaje han rendido frutos, al punto de ostentar la condición de Doble Excelencia del Movimiento de la Agricultura Urbana y Suburbana, al cual pertenecen desde 2006, cuando fueron categorizados como de Referencia Municipal.

Para conocer más acerca de cuanto allí ocurre, un grupo de periodistas de la capital hablamos con Jaime Calzadilla Rodríguez quien tiene bajo su cargo, en condición de usufructuario, las 1,87 hectáreas de extensión con que cuenta Los Laureles.
Ubicada en el kilómetro 14.5 de la Carretera Central, en la misma entrada del municipio de Cotorro, entre los objetos fundamentales de la finca hay varios subprogramas de la Agricultura Urbana. Allí ellos cultivan hortalizas y condimentos frescos; producción de abono orgánico, producción de posturas de árboles frutales y maderables, así como la de plantas ornamentales. A todo ello se suman otros programas de aseguramiento a esas actividades.
-¿A dónde van las producciones de Los Laureles?
-Nosotros tenemos varios destinos, como son el consumo social. Las producciones de hortalizas de hojas, que son de producción de ciclo corto, van a distintos lugares, como hogares maternos y el Sistema de Atención a la Familia (SAF), a los cuales tributamos, además de ofertar nuestras producciones a la población, mediante el punto de venta con que contamos en la finca”.
-¿Cuál es el principal reto que tienen en la actualidad?
-Son varios. Uno de ellos es el clima, con el cual tenemos que convivir. Los insumos, que a veces no llegan cuando hacen falta, es otro, a ello se suma la fuerza de trabajo, que en oportunidades escasea. Se nos hace difícil encontrar personal estable, calificado”.

-¿Para usted, cuál es la clave del éxito?
-Es la suma de muchos factores, pero lo fundamental, es el sentido de pertenencia con lo que se hace, los objetivos propuestos y los resultados finales que se alcanzan. Cuando los recursos con que se cuentan se emplean bien y se obtienen buenos resultados, eso permite beneficios, no solo personales, sino también sociales, además del económico, que te permite incrementar y desarrollar tu finca, la idea planteada. El éxito está en saber explotar los factores objetivos y subjetivos que inciden en cada momento”.
Vínculo Agricultura-Turismo
Pero las producciones de Los Laureles no solo representan un beneficio inmediato para la finca, sino que constituyen un punto de vital importancia en la sustitución, a mediano plazo, de importaciones. Jaime Calzadilla explica: “la producción de posturas de árboles frutales representan, dentro de cinco años, producción para el turismo, con lo cual se evitan importaciones”.

“Los condimentos frescos y las hortalizas que producimos, como son el caso el apio, el perejil y el cilantro, también tienen alta demanda en la cocina del turismo y las cuales comercializamos con distintos hoteles. A veces, lo hacemos mediante contratos eventuales -en dependencia de la demanda que ellos tengan-, y en otras ocasiones, son de carácter permanente. Ellos demandan mucho la hierba buena así como plantas aromáticas y de condimentos”.
-También tiene visitas de turistas en la finca, coméntenos un poco sobre esa experiencia.
-A través del movimiento agroecológico hemos empezado a recibir visitas de extranjeros. El objetivo nuestro es enseñarle al turismo internacional qué hace el campesino. Cómo se produce un pepino orgánico, cómo hacemos un injerto de un mango, un aguacate, un mamey, cómo se produce un esqueje de guayaba, cómo se hace una planta ornamental para decorar un hotel, para un trabajo de paisajismo. Eso se lo queremos enseñar al turismo internacional, es una meta, un proyecto.

“Queremos traer aquí a los turistas y enseñarles lo que hacen los campesinos cubanos, como producimos, conocer estas cosas constituye un referente para ellos y para el mundo. Estamos hablando de un turismo especializado que se interese por el tema. Incluso, pensamos en la capacitación de ese personal, de hacer cursos teóricos y prácticos de cómo se logra una planta, los pasos a dar, los insumos necesarios, los ciclos de cada una. Es decir, que la perspectiva es grande”.

“Nosotros estamos a kilómetro y medio de la Casa Museo Hemingway y perfectamente, ese mismo turismo que visita la finca, puede venir aquí a ver lo que hacen los campesinos cubanos. Le decíamos en una oportunidad a un funcionario de la Agricultura que no pretendíamos demoler el organopónico y hacer un campo de golf, eso lo tiene el Ministerio de Turismo (Mintur). Nosotros lo que queremos es, ese organopónico, enseñárselo al turismo internacional, decirles cómo producimos de forma orgánica, y se lo damos a probar, se lo enseñamos y se lo probamos”.

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Si, ya vi las posturas de mamey, dígame si las venden a particulares.
Los felicito por el éxito que ustedes han construido en ese estratégico y significativo Proyecto ; sobretodo en estos momentos tan complejos que la humanidad sortea. Soy una persona de 66 años que este tipo de experiencias me llaman la atención. Es posible trabajar y capacitarme con ustedes, pues nunca he trabajado la tierra, aunque me atrae. ? En mi situación en qué oficio podría emplearme ?