Es difícil imaginar que el sitio ocupado hoy por el monumental Capitolio Nacional de Cuba fuera una ciénaga que sirvió de vertedero a la zona de extramuros. Con el paso del tiempo lo dragaron y así fundaron el primer Jardín Botánico de la capital.
Este surgió a principios del siglo XIX con el objetivo de estudiar plantas del trópico. Allí plantaron diferentes especies de árboles y arbustos como son: naranjos, nogales, robles, ocujes, rosales, entre otras. Además, aportó a la Medicina pues sembraron plantas medicinales para el consumo de farmacias.
Cuentan que en 1839 trasladaron las plantas del Jardín Botánico y construyeron la Estación de Ferrocarriles de Villanueva, que funcionó hasta principios del siglo XX.
Más tarde, edificaron el Capitolio, para lo cual realizaron tres proyectos diferentes. El primero fue en 1912, luego hubo un segundo que tampoco fue el definitivo pues, en 1925, el presidente Gerardo Machado ordenó el diseño de otro y mandó a demoler lo que estaba construido.
El primero de abril de 1926 comenzó a ejecutarse este último, el cual fue inaugurado el 20 de mayo de 1929 y entregado a las dos cámaras del Cuerpo Legislativo de la República, el 24 de febrero de 1931, las cuales sesionaron allí hasta finales de la década del 50.
El edificio estuvo destinado hasta 1959 como sede de la Cámara de Representantes y del Senado. Está situado entre las calles Prado, Dragones, Industria y San José, donde está el origen kilométrico de la red de carreteras cubanas.
Después del triunfo de la Revolución
Al disolverse el Congreso, fue transformado en la sede del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente y de la Academia de Ciencias de Cuba. El 20 de febrero de 1962, el Gobierno revolucionario creó la Comisión Nacional de la Academia de Ciencias de Cuba, pero no fue hasta 1976 que quedó establecida como un Instituto Nacional. En 1980 recibe rango de Ministerio pues le dan la función de Comité Estatal de Ciencia y Técnica y la de organismo rector de la Ciencia y la Tecnología.
En 1994 pasa a ser Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de Cuba al incorporarse a su estructura la Comisión Nacional de Medio Ambiente y Recursos Naturales y la Secretaría Ejecutiva de Asuntos Nucleares.
A partir de 1996 se trazó entre sus principales objetivos el de contribuir al desarrollo de la Ciencia cubana y a la divulgación de los avances científicos nacionales e internacionales. La sede actual de ese ministerio se encuentra ubicada en la calle Cuba, No. 460, entre Amargura y Teniente Rey, en el municipio de La Habana Vieja.
El Capitolio Nacional fue declarado Monumento Nacional. En los últimos años ha sido objeto de una exhaustiva restauración, a cargo de la Oficina del Historiador de la Ciudad.
Desde que comenzaron las labores han desarrollado simultáneamente la investigación, proyección y ejecución, respetando las concepciones originales del edificio y los requerimientos técnicos de las funciones que asumirá. Actualmente es sede de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
Al disolverse el Congreso y luego de un Congreso de Espeleología el Comadante en Jefe le entregó el edificio Capitolio a los hombres de ciencia y se creó la Academia de Ciencias de Cuba. El Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente no existía hasta el año 1994.