En la Mayor de las Antillas, desprovista de grandes recursos naturales, se trabaja para llevar adelante una recreación sana en la cual se vele por el cuidado del medio ambiente. De ahí la alerta constante hecha recientemente por Salvador Valdés Mesa, miembro del Buró Político y primer vicepresidente de los Consejos de Estados y de Ministros de la República de Cuba, a las personas presentes en instalaciones recreativas del municipio Playa, en La Habana.

Uno de los vacacionistas con quien Valdés Mesa conversó durante el recorrido por varios círculos sociales de la capital fue Pablo Frómeta, quien se encontraba disfrutando de un día de veraneo en el Círculo Social Obrero Félix Elmuza con su hijo, el cual es celiaco. Ante la pregunta de Valdés Mesa de si estaba recibiendo su dieta, el padre respondió afirmativamente.

Acto seguido, Pablo Frómeta le expresó: “Le digo honestamente, con la transparencia más grande del mundo, que el colectivo de este centro siempre han tenido un trato muy grande con el pueblo, sobre todo con los niños especiales. La dirección de este círculo siempre ha estado pendiente de este pueblo. Dígale a Díaz-Canel que el futuro está garantizado. Una vez más, gracias por representar a este pueblo.

Y en medio de los Panamericanos no podía faltar un comentario sobre la actuación de Cuba, por lo que Frómeta inmediatamente, agregó: “créame, que los resultados de los panamericanos que la gente tanto está esperando los vamos a obtener. Nosotros vamos a seguir teniendo siempre la medalla que Fidel nos enseñó, que es la de la dignidad. No son las medallas de oro las que valen, sino las de los 11 millones de cubanos que se siente orgullosos del grandioso esfuerzo que ha hecho esta Revolución por más de 60 años. Gracias a ustedes por existir y por dirigir este país.

En los momentos finales del emotivo encuentro el miembro del Buró Político expresó: “Nosotros somos continuidad del legado de Fidel y del que nos está legando Raúl.

Después del diálogo, Valdés Mesa señaló a la prensa la necesidad de cuidar las instalaciones recreativas y fue enfático en la necesidad del control sobre los recursos de los Círculos Sociales habaneros para que no se desvíe nada, porque: “Hemos hecho un esfuerzo para adquirirlos, lo que no hay en el país lo hemos importando. Entonces control, porque es para darle servicio a nuestro pueblo. Me llevo una impresión favorable, porque espontáneamente la población se ha acercado a decirme que se sienten bien. Debe constituir un compromiso para la empresa, los directivos y todos los trabajadores de los círculos, sentir la satisfacción de servir al pueblo”.