Unos sueños hechos realidades; otros, en camino, en proyecciones o estrategias. La Habana sueña, pero despierta, en movimiento, haciendo, dando un paso adelante día a día. Con esas realizaciones, la capital cubana celebró en La Habana Vieja, el acto por el aniversario 66 del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes.
Con la presencia del presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y del presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Esteban Lazo Hernández, el primer secretario del partido en la capital Luis Antonio Torres Iríbar, el presidente del gobierno en la ciudad, Reinaldo García Zapata y el historiador Eusebio Leal, entre otros dirigentes de la nación, la provincia y los municipios, la celebración tuvo como sede la antigua plazuela de Belén, rehabilitada especialmente para la ocasión, como primera parte de un proceso para su valorización.
Un llamado “a los principales cuadros y directivos de la provincia de La Habana, a su aguerrida y entusiasta población, a dar una respuesta digna de una urbe que cumplirá 500 años y se ha sostenido con dignidad y esplendor, fiel a los legados de la generación histórica de la Revolución, fiel a Fidel y a Raúl, como la invicta capital de nuestra Cuba socialista”, lanzó en el acto provincial por el 26 de julio el miembro del Comité Central del Partido y su primer secretario en la ciudad, Luis Antonio Torres Iríbar.
Según expresó el dirigente partidista, a la ciudad “corresponde una nueva etapa de trabajo en unas condiciones adversas de la economía, con limitaciones en la liquidez del país, en la disponibilidad de portadores energéticos, en las ofertas a la población, lo que nos obliga a impulsar el aprovechamiento al máximo de nuestras capacidades internas, la inteligencia y tenacidad de los trabajadores y la población, del potencial humano y científico que poseemos”.
Un breve recuento mostró cuánto de la historia nacional ha tenido a la capital como protagonista, sobre todo en los hechos relacionados con la gesta del Moncada y en estos tiempos, con el amplio programa de acciones por su aniversario 500.

Al respecto, destacó: “La Habana es grande como su historia, como su mar, como su gente. Gente que camina, que siente, que toca; una ciudad que crece, que se mueve, que se apasiona, que está viva. La Habana es que sonrías, que quieras y vivas a lo grande”.
En las palabras centrales, Torres Iríbar enfatizó el enfatizar el reconocimiento al pueblo de la capital por su contribución a la obra que se puede mostrar hoy, su espíritu de colaboración, su sentido de pertenencia, la inteligencia y desprendimiento de sus trabajadores, al acompañamiento a la dirección de la provincia en esta ardua etapa del 500 aniversario.
A su vez, agradeció el apoyo de la dirección del Partido, el Gobierno, el Estado y la Asamblea Nacional, así como ministerios y organizaciones superiores de dirección por el acompañamiento moral y material recibido en la provincia, por la comprensión y ayuda en la realización de ideas y proyectos.
El primer secretario del Partido en la ciudad reafirmó el compromiso de seguir trabajando duro por La Habana y convocó a todas las personas “a dar su cuota de sacrificio y entrega, a aportar lo más grande para el crecimiento de nuestra Habana y Cuba socialista”.
En nombre de la capital, Torres Iríbar envió un “reconocimiento al patriótico pueblo de Granma, territorio por donde comenzó la guerra por la independencia de Cuba, al alcanzar la sede del acto nacional por el 26 de julio”.
Celebrar con resultados
En una celebración que se caracterizó por su elegancia, gusto exquisito, diversidad de actores y expresión de importantes valores culturales, cultivados a lo largo de estos últimos 50 años, el primer secretario del Partido se refirió a los positivos resultados de la capital en los principales indicadores de la economía territorial, en los que se ha trabajado en correspondencia con las prioridades del país en la producción de alimentos en la agricultura, la industria, el aumento de los productos y servicios para la exportación, así como la sustitución de importaciones; el aumento de proyectos y realizaciones del desarrollo local, además de lograr la eficacia en los encadenamientos productivos.
Entre otros, indicadores, al cierre del primer semestre la ciudad cumplió el plan de circulación mercantil minorista, se sobrecumplieron las utilidades, incrementándose la productividad y se recaudaron 91 millones pesos por encima de lo planificado.
Igualmente, se ejecutaron mil 426 obras y objetos de obra, la reparación y remodelación de sitios y centros en la ciudad, desde instalaciones imprescindibles de la educación, la salud pública, el deporte, la cultura, la prestación de servicios en la actividad gastronómica, alimentaria y su correcta comercialización; el desarrollo de la agricultura; la remodelación de espacios públicos, paradas de ómnibus, parques, fuentes; la inversiones en el turismo y la construcción por diversas vías, de más de tres mil viviendas.
A su vez, dijo, los severos daños provocados en enero pasado por el tornado en seis municipios “fueron resueltos en un corto período de tiempo gracias a la solidaridad y el abnegado esfuerzo de todos, desde la nación hasta la base”.
Motivaciones desde la sede

La Habana Vieja fue escogida como sede tanto por su historia como por sus realizaciones actuales. Al respecto, Rodolfo Cándano Quintana, primer secretario del Partido en el municipio, se refirió a los resultados obtenidos en la educación, la salud, el programa de donaciones de sangre de los Comités de Defensa de la Revolución, el comercio y la gastronomía, entre otros.
“Es palpable el entusiasmo de todos los que residen y trabajan en La Habana Vieja, sin embargo, resta mucho por hacer en la esfera productiva y de los servicios para generar con eficiencia la riqueza, elevar la calidad de vida del pueblo y hacer realidad el propósito de que la cuna y lugar donde nació la capital, sea un espacio cada día más bello, higiénico, ordenado y disciplinado”, dijo.
El dirigente municipal agradeció el acompañamiento de las autoridades locales y en especial, de la Oficina del Historiador y su colectivo, que han contagiado a no pocos con el deseo de hacer más por la restauración y rehabilitación integral de la parte más antigua de la ciudad.
Honor a quien lo merece

Con una espiritualidad singular por la actuación del coro del Instituto Cubano de Radio y Televisión, la compañía de baile Fusión, el cantautor Gerardo Alfonso con su emblemática Sábanas blancas, el pianista Frank Fernández, la solista María de los Ángeles Soto, el Coro de los Abuelos del Convento de Belén, la compañía de baile Lizt Alfonso y de danza, Retazos, entre otros, en el acto fueron reconocidas por las autoridades de La Habana Vieja diferentes entidades que contribuyeron a alcanzar la sede y a hacer realidad lo plasmado como deseos en un papel.
A su vez, las máximas autoridades de la ciudad reconocieron a empresas nacionales y provinciales, direcciones territoriales, grupos, organizaciones, facultades y muy especialmente a la Oficina del Historiador, entre otros, por el papel jugado en las labores y transformaciones por hacer de La Habana una ciudad más bella, con el apoyo de la dirección del país.