Más que las llaves les entregaron un pasaporte a la felicidad. Se sabe: No hay bien material más que un techo, y si es confortable, mejor. Y en el caso de ellos, el tornado del pasado 27 de enero, les echó a tierra las viviendas donde vivían.
Hablamos de 13 familias que en el momento de la tragedia moraban en el municipio de Diez Octubre. Ahora dejan inaugurada la Comunidad El Lucero, una colectividad que crece en las inmediaciones de la carretera del mismo nombre, en el mismo lugar donde la famosa lechería homónima -del reparto Mantilla, en Arroyo Naranjo-, languidecía tras haber cerrado puertas hace ya bastante tiempo.
Antes ya habían sido beneficiados otros núcleos de personas. En total, a partir de la adaptación y mejoramiento de los vetustos, pero sólidos locales del establecimiento en desuso, nace esta suerte de villa –de 20 apartamentos–, que abre puertas en saludo al Día de la Rebeldía Nacional como parte de las acciones que en La Habana se llevan a cabo, con el fin de hacer más placentera la existencia de sus habitantes, de cara al cumpleaños 500 de la ciudad.
Al acto inaugural asistieron Luis Antonio Torres Iríbar y Reinaldo García Zapata, máximas autoridades políticas y gubernamentales de la provincia, respectivamente, quienes, de visita en los nuevos hogares dialogaron de manera afectuosa y franca con los moradores.
“Esto no es más que la obra de Fidel”, dijo Torres Iríbar, para luego agregar “y es en su nombre que ahora se hace esta entrega”.
Tan importante como la grata nueva resulta que la comunidad sigue creciendo. En sus áreas libres, ahora mismo, se levantan otros apartamentos (igual de cómodos y también de dos y tres habitaciones), los cuales serán entregados sucesivamente, hasta completar 55, en septiembre venidero.

El quehacer constructivo fundamental corre a cargo de la Brigada de Obras de Arquitectura # 7 Héroes de Playa Girón, perteneciente a la Empresa de Construcción y Montaje de Obras para el Turismo (Hicacos), de Matanzas, cuyos integrantes recibieron apoyo de la Comercializadora Escambray, Producciones Metálicas La Habana (EPROMAP), Contingente Raúl Roa (movimiento de tierra), Empresa Productora de Prefabricados, y la Unidad Provincial de Atención a Comunidades de Tránsito.

Beatriz Maceira González habló de agradecimientos y compromiso, a nombre de quienes en carne propia acaban de confirmar que en la Cuba revolucionaria nadie queda abandonado a su suerte.

Nadie mejor que William Tamayo Téllez, integrante de la ECOA No. 47, para resumir el acto. Él agradeció la posibilidad de poder contribuir a tan noble empeño y ratificó la voluntad de contribuir sin denuedo a acrecentar los resultados que despiertan la admiración y el cariño del pueblo por quienes fueran calificados por Fidel como los Dignos Hombres de los cascos blancos.
