Durante la inauguración, esta semana, de la primera etapa del Museo del Automovilismo, el Historiador de la Ciudad, Eusebio Leal, relató pormenores de la presencia en el sitio de un auto DeSoto de 1949, que le fuera obsequiado tiempo atrás, en los Estados Unidos.

“En la ciudad de Chicago, se me ofreció uno de los más importantes premios de arquitectura y restauración que se ofrece en los Estados Unidos. En el acto de clausura, el mecenas y filántropo que paga todo el premio, me dijo que querían tener una atención conmigo: -afuera lo está esperando un chofer con un automóvil que es suyo.

“Mío no puede ser, le dije, tiene que ser para mi ciudad y para el museo de La Habana, donde será bienvenido. Todos aplaudieron, pero pasaron dos años de lucha, abogados y dificultades para sacarlo, que si era patrimonio, que si no lo era, que si se podía considerar en el capítulo tal… Llegó ayer (10 de junio), en el último instante; el carro es el símbolo de que rompemos todos los muros”, relata Eusebio complacido.

Este DeSoto de 1949 es la pieza que conforma la primera etapa del Museo del Automovilismo inaugurado esta semana, mientras la segunda etapa tendrá una colección de 40 piezas entre autos y motos clásicas, en proceso de conservación, que forman parte del patrimonio del pueblo cubano.