Con la entrega de más de 40 nuevas confortables viviendas a familias guanabacoenses que fueron afectadas al paso del tornado que impactara a la capital, el pasado 27 de enero, arrancó ayer en la localidad la segunda y última jornada del Ejercicio Popular Meteoro 2019, en un gesto que además de ratificar la grandeza de la Revolución, demuestra la validez de esta práctica dirigida a reducir vulnerabilidades y multiplicar y fortalecer las respuestas y soluciones tras el impacto de eventos adversos.
Y tan simbólico y significativo como el hecho de que los beneficiados recibieran las llaves de lo que en lo adelante serán sus moradas, justo al cumplirse el 124 aniversario de la caída en combate de José Martí, Héroe Nacional Cubano y paladín de la independencia de la Isla, lo es también que tan invaluable regalo les llegara apenas tres meses después de la desgracia, en el marco de una exclusivísima práctica criolla, que en su afán preventivo y de búsqueda acelerar la respuesta a los potenciales daños, tomó muy en cuenta las experiencias derivadas del reciente fenómeno hidrometeorológico.
Luis Antonio Torres Iríbar, secretario del Partido en la ciudad, René Mesa Villafaña, titular del MINCONS y Reynaldo García Zapata, presidente de la Asamblea Provincial del Poder Popular, presidieron la simbólica entrega de las recién estrenadas moradas a sus dueños por parte de los constructores, quienes multiplicaron la felicidad y la belleza, allí en lo que fuera la comunidad tránsito Castanedo y sus alrededores, lugar en el cual el tornado impactara con particular saña y hoy en los 31 apartamentos levantados en lo que fuera la propia comunidad y otros 12 en dos nuevos edificios, tipo Forsa, escrito con sudor, prontitud y entre puede leerse, en Cuba nadie quedará abandonado a su suerte.
Y más que una ceremonia, fue esta una cita amantísima con la memoria, de agradecimientos recíprocos, en que los nuevos propietarios tomaron la palabra para patentizar gratitud y confianza, y los constructores lo hicieron con el propósito de ratificar que irán por más, sin pedir tregua ni dejar espacio a la desidia.
Torres Iríbar recorrió los nuevos apartamentos (dos y tres dormitorios y todo lo demás), conversó con las familias, se emocionó con sus integrantes, y respondió a las solicitudes de tomarse foto junto a él.
El miembro del Comité Central, les dijo, que a cambio de tanta dicha la Revolución solo pedía hacer prevalecer hogares de bien, que, a partir del ejemplo, hicieran de los hijos hombres completos.
En la Villa de Pepe Antonio, como en el resto de la provincia, la jornada final del Meteoro tuvo en los vecinos a los actores principales e incluyó asimismo poda de árboles, limpieza de azoteas, desobstrucción de tragantes, acciones de higienización y saneamiento, y ejercicios de envergadura, dirigidos a minimizar riesgos y preparar a las personas, frente a la ocurrencia huracanes, sismos y desastres de origen tecnológico o sanitarios.
Fue así como en el Hospital Ginecobstétrico de Guanabacoa, las embarazadas y recién paridas, con el auxilio del personal médico y paramédico, además de integrantes de la Cruz Roja, protagonizaron un simulacro de evacuación, al cual solo –por fortuna- no incluyó realmente el supuesto desastre que obligara a su puesta en práctica.




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