Aun sin estar terminado ya salta la belleza del inmueble que acogerá un gran recinto ferial sito en Línea y 18, en el Vedado capitalino. Las vetustas paredes de ladrillos a cara-vista que otrora acogieron la estación de tranvía El Carmelo (1907-1950), vuelven a la luz gracias a la minuciosa rehabilitación a cargo del Fondo Cubano de Bienes Culturales (FCBC).

Y se hace con una visión contemporánea, que refuerza su historia y valores, como parte de la arquitectura industrial heredada dentro del tejido urbano de esa parte de la ciudad. “Es un verdadero regalo a nuestra capital”, valoró Jacqueline Ruiz Sastre, especialista del grupo de Inversiones del Fondo.

El diseño es del colectivo Espacio, de la creadora Vilma Bartolomé, también al frente del Corredor Cultural de la calle Línea Foto: Joyme Cuan

Se trata, dijo, de un espacio de nuevo tipo, donde podrán desarrollarse citas de gran convocatoria como Arte para Mamá, Fiart, Arte en La Rampa y demás eventos del Ministerio de Cultura, a los cuales accederá el público con mayor facilidad, dada la ubicación privilegiada del recinto.

Por su categoría, prestancia y opciones se le define como el corazón del Corredor Cultural de la calle Línea. Ocupa unos 10 000 metros cuadrados, distribuidos en dos grandes áreas expositivas, salón multifuncional, galería de arte, tienda boutique para comercializar lo más representativo del Fondo, además cafetería, servicios sanitarios, local administrativo y un acogedor patio central, bien ambientado y con mucha vegetación.

Foto: Joyme Cuan

La ingeniera Vivian La O, especialista principal del grupo de Inversiones, acotó que la obra tiene un valor estimado de 6 millones de pesos moneda total, y precisó de grandes demoliciones de estructuras sin funcionalidad para los actuales propósitos. Contará con pasarelas elevadas, dotadas de cafeterías y asientos para el descanso, desde las cuales el visitante apreciará una panorámica de toda la planta baja.

¿Por qué suelen afirmar que marcará la diferencia?

-Nos propusimos no multiplicar lo que hoy se concibe en Pabexpo, donde debemos adecuarnos cuando hacemos nuestras ferias.

“Sin embargo, con Línea y 18 buscamos, de alguna manera, ponerle un sello distintivo; es el caso de las cafeterías temáticas alegóricas a la historia del inmueble, una sala multifuncional y otros usos.

Contar con un sitio como el de Línea y 18 propiciará al FCBC considerables ahorros, al no tener que arrendar otros espacios de la ciudad para citas de gran convocatoria Foto: Joyme Cuan

Habrá tiendas abiertas todo el año en función del visitante, quien podrá acceder a la gastronomía, a las galerías… Cuando no haya ferias programadas, también sería idóneo para lanzamientos de catálogos y de libros, semanas de la moda, eventos de música y variadas opciones que lo pueden convertir en un hervidero a favor de la buena cultura.

Jacqueline Ruiz Sastre y Vivian La O inmersas en una obra que otorga altos valores estéticos a un deteriorado entorno industrial, para convertirlo en renovado paisaje cultural. Foto: Joyme Cuan

Muchas manos e ideas se han juntado “para aportarle lo más novedoso, pero siempre respetando el entorno de su época, que fue variando con el tiempo y los usos”, al decir de Vivian La O.

De acuerdo con el proyectista general Camilo Cartelle Rosales, de la Empresa Atrio –entidad responsabilizada con la parte técnica ejecutiva-, se trata de un escenario llamado a convertirse en orgullo de una ciudad que mira a sus 500 años.

Para ello cuenta, además, con el buen hacer de la Empresa de Servicios y Ejecución de obras –ESEO-, del Ministerio de Cultura, así como de 10 colectivos de creadores del Fondo; es el caso de Decorest, dirigido por Pedro Ariel García Payán, complacido “por contribuir a salvar tan espectacular ícono de la arquitectura industrial”.