Dos días de control gubernamental a La Habana vinieron a reafirmar una verdad innegable: Los avances económicos y sociales han saltado de las estadísticas a la vida, se hacen palpables, pero incrementar ritmos y alcances son los grandes problemas a resolver porque no muestran correspondencia con las potencialidades.
Y precisamente en este último aspecto insistió el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en las conclusiones de la visita, un encuentro en el cual se ratificó a la Economía y la Defensa como las principales tareas a priorizar, a tono con lo expresado por el Primer Secretario del Comité Central del Partido, General de Ejército Raúl Castro Ruz.
Díaz-Canel hizo un llamado a prestar especial atención a la preparación de los cuadros y su actuación. Exhortó a concentrarse además en el autoabastecimiento alimentario a nivel de municipio. Explicó que es menester sacar mayor provecho a las tierras aptas para el cultivo, hacer inversiones bien pensadas en las industria productora de renglones para el consumo, además de lograr el encadenamiento entre esta y la esfera agropecuaria.
En cuanto a los propósitos en el crecimiento de inmuebles habitacionales habló del imperativo de garantizar la producción de materiales de construcción equivalentes a una vivienda diaria por municipio e ir fortaleciendo los avances y resultados hasta lograr levantar unos 10 mil apartamentos por año y la reparación de viviendas.
Hizo referencia a la compleja situación que enfrentan los capitalinos en el transporte y puntualizó que, aun en medio de las restricciones, se hacen esfuerzos extraordinarios a fin de paliar la situación con inversiones llamadas mejorar el movimiento de cargas y pasajeros, lo cual exige –acotó- un acompañamiento en el orden organizativo y disciplinario, tanto del personal como las operaciones, con un mayor enfrentamiento a las ilegalidades.
El jefe de Estado habló de la conveniencia de continuar por el camino de la informatización de la sociedad y defendió robustecer los vínculos de las entidades con las universidades, desde la investigación y el conocimiento, con la mirada puesta en la solución de problemas; de igual manera expuso la conveniencia de acrecentar los encadenamientos en la economía entre sectores, de unas entidades con otras y de productores estatales con los particulares y cooperativas.
La exhortación de Díaz-Canel estuvo dirigida a fomentar la producción nacional, a partir de las enormes oportunidades con que cuenta La Habana en función del desarrollo y el crecimiento, apuntando al cumplimiento del plan, con la premisa imprescindible del enfrentamiento a la corrupción, y el ordenamiento del control económico y financiero. “En el territorio hay avances en lo tocante a la cadena de impagos, mas se hace necesario consolidar ese salto”, dijo.
El mandatario señaló la importancia de los proyectos de desarrollo local dentro del Programa de Desarrollo de la capital, y del financiamiento de los primeros a partir del fondo que genera la contribución territorial.
La intervención de varios de los ministros de los 20 que integraron la comitiva evaluadora –esta vez con la encomienda además de comprobar la marcha de los principales programas, tocar con la mano las indicaciones dejadas en el control anterior- dejaron noticias halagüeñas para los capitalinos y también señalamientos y recomendaciones.
En el orden de las buenas nuevas salió las relucir que avanza la creación de una nueva empresa de acopio, llamada a administrar los dos mercados concentradores y tres mercados agropecuarios, con principios que ponen al consumidor en el centro de mira; se trabaja en el rescate y redimensionamiento de la minindustria conservera; el número de hoteles ha crecido y se labora en otros nuevos; la inversión en el complejo lácteo marca buen ritmo, ha quedado desterrado la mezcla para batidos en sustitución del yogurt normado, y la venta liberada del producto alcanza unas 250 toneladas mensuales; quedaron cubiertos todos los círculos sociales con dispensadores de cerveza y este año se completarán los de refrescos.
Hay otros anuncios esperanzadores: las labores de recuperación tras el paso del tornado han fortalecido la confianza de los vecinos para con la Revolución. Este año llegará la solución para las viviendas afectadas por tal evento climático, pero de igual manera para aquellas fueron impactadas por los huracanes Irma y Alberto.
Son solo botones de muestra de una amplia gama de realizaciones que abarcan construcciones de nuevas instalaciones y remodelaciones de otras, bacheo y pavimentación; supresión de salideros y obras hidráulicas de gran envergadura, dirigidas a mejora el abasto, la evacuación y el drenaje. El transporte y recogida de desechos sólidos deberán experimentar cambios positivos, a partir de la inyección de nuevos equipos.
En el orden de las exigencias, Alejandro Gil, ministro de Economía y Planificación, habló de un seguimiento eficaz y control efectivo de las inversiones, una planificación objetiva que tenga en cuenta todas las reservas, y un uso balanceado de la contribución, que además de los servicios y el esparcimiento tenga en cuenta a la esfera productiva.
Diaz-Canel, por su parte pidió el rescate de las instituciones culturales, que en los municipios permanecen cerradas o le están dando otro uso.
Por su parte Roberto Morales Ojeda, vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministro instó a tomar muy en cuenta la solución de la cobertura docente, con el programa de ingreso a las escuelas pedagógicas como un asunto a potenciar.
Y como colofón del encuentro, en el cual también participaron los vicepresidentes del Consejo de Ministros, Ricardo Cabrisas y Ulises Rosales del Toro, el Presidente cubano expresó que los resultados de la visita no se pueden separar del esfuerzo desplegado por los capitalinos de cara el aniversario 500 de su gran ciudad-casa común. Reconoció que están laborando de una manera garantizará a la Villa vestir sus mejores gala para el cumpleaños, al cual calificó de pretexto y punto de partida hacia nuevas realizaciones.