La historia en la primera línea del recuerdo

Una velada político-cultural fue celebrada anoche en conmemoración del aniversario 62 del asalto al Palacio Presidencial y la toma de Radio Reloj, frente a la Llama Eterna del Museo de la Revolución.

Ese histórico lugar, del municipio de La Habana Vieja, fue el escenario, el 13 de marzo de 1957, de una hazaña, un asalto heroico, donde fueron asesinados jóvenes que buscaban el ajusticiamiento del tirano Fulgencio Batista, quien mantenía una opresión y tiranía en Cuba.

Combatientes del Directorio Revolucionario, más de 400 estudiantes correspondientes a todas las universidades de La Habana e integrantes del Partido, de la Unión de Jóvenes Comunistas y del Secretariado Nacional de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU), estuvieron presentes en el acto.

Generaciones de aquella época y de la actual se unieron para rendirle tributo a los mártires de esa acción y al líder estudiantil José Antonio Echeverría, cuyo pensamiento era que "el estudiante es algo más que un universitario; es un ciudadano y un miembro de la sociedad. Es nulo lo que se aprende en los libros si no se realiza en los hechos".

En correspondencia con este ideal, la velada constituyó una gran manifestación cultural, de honor y orgullo, cuyo centro fueron artistas del Instituto Superior de Arte (ISA) y del Movimiento de Aficionados de la FEU.

"Bajo la dirección del Directorio Revolucionario, brazo armado de la FEU, se desarrollaron acciones simultáneas por parte del estudiantado, con el objetivo de poner fin a los crímenes de la dictadura de Batista y la sumisión de nuestro país a las garras imperiales", comentó José Ángel Fernández Castañeda, vicepresidente nacional de la FEU.

"Fidel y José Antonio, de conjunto expresaban, en la carta de México (firmada el 29 de agosto de 1956), las posiciones revolucionarias de ambos movimientos; consolidado la unidad de la lucha, la laboriosidad incansable, la perseverancia inagotable y el espíritu indomable que caracterizaron a aquella juventud", agregó Fernández, quien destacó que enaltecer hechos históricos como este, promueven los valores más genuinos del ser humano.