Inauguración del Hogar para niños sin amparo filial en Diez de Octubre Foto: Oilda Mon

El gobierno cubano prioriza la atención a niños, adolescentes y jóvenes sin amparo familiar, a través de los hogares que le garantizan educación, alimentación, atención médica y los incorpora posteriormente a la sociedad al llegar a la edad adulta. Ejemplo de ello es el Hogar para niños sin amparo familiar de la barriada habanera de la Víbora, inaugurado, como parte de las obras ejecutadas por el municipio de Diez de Octubre, en saludo al aniversario de la ciudad.

En el acto inaugural estuvo presente Luis Antonio Torres Iribar, Primer Secretario del Comité Provincial del Partido de la capital. Además, el Dr. Carlos Alberto Martínez Blanco, Subdirector de la Dirección Provincial de Salud; Geovanny Ordóñez Barruete, Primer Secretario del Comité Municipal del Partido; Bárbara Maritza Agón, Presidenta de la Asamblea Municipal del Poder Popular, entre otros directivos de la Dirección Provincial y Municipal de Educación y Salud.

Las palabras de recibimiento estuvieron a cargo de Deyanira Montes Valdés, Jefa del nivel educativo de la primera infancia del territorio, quien expresó: “En vísperas del aniversario 499 de esta linda habana, se nos hace entrega de esta institución educacional para el fin más noble de todas las obras humanas, el hogar de niños sin amparo familiar….Hubo una integración de otras entidades como la Dirección de Servicios Comunales, ETECSA, la empresa del gas, la dirección de trabajo, así como, la Dirección Provincial de Educación, bajo la guía y conducción certera del gobierno y el partido. La obra constituye el primer centro educacional que recibe la placa conmemorativa 500 aniversario…Nos comprometemos con el mantenimiento y cuidado de la instalación…por eso decimos desde nuestros corazones e inundados de profundo amor: Por La Habana, lo más grande”.

La directora del hogar, Marisela Rodríguez López, mostró la obra a los visitantes, la cual cuenta con una capacidad para 16 infantes, aunque en la actualidad hay una matrícula de cuatro varones y ocho hembras, entre uno y seis años. Tiene cuatro habitaciones, cada una con una veladora para el cuidado de los niños durante la noche. La actual institución cuenta con más espacio para su desarrollo físico-motor y mejores condiciones que el hogar anterior, ubicado en Luyanó.