A partir de hoy 16 de noviembre restan 365 días para que la capital de todos los cubanos se llene de júbilo con la celebración de su Aniversario 500 de fundada, momento esperado por millones de capitalinos desde que se anunció todo el plan de actividades con motivo de embellecer y hacer por La Habana, lo más grande.
La víspera, tuvo lugar a la medianoche la tradicional ceremonia de dar tres vueltas a la ceiba emplazada en El Templete, donde cientos de habaneros aguardaron, pese a las inclemencias del tiempo, para pedir sus deseos, en espera de que el milagroso árbol cumpla sus peticiones.
Las palabras del breve acto estuvieron a cargo del Historiador de la Ciudad, Dr. Eusebio Leal Spengler, quien afirmó que “es un día muy significativo para nosotros (…) entramos ya en el período conmemorativo del 500 aniversario de la fundación de la Ciudad”, momento propicio para relatar parte de las memorias acerca de los inicios del emplazamiento de la Villa de San Cristóbal.
“La Habana comenzó a existir y a latir en este sitio, según la arraigada tradición, cantada en sus barrios, repetida por los ancianos y transmitida a las nuevas tradiciones (…) Una ciudad que no tiene que avergonzarse, sino al contrario, enorgullecerse de su historia y que se dispone en este 500 aniversario a no tomarlo como una meta, como un puerto al que llegamos, sino como un punto de partida para realizar en toda La Habana pequeñas, útiles, grandes obras que permitan, en la medida de nuestras posibilidades, responder a las demandas del pueblo que lo pide y lo reclama”, añadió el Historiador de la Ciudad.
Prosiguió la jornada con la tradicional vuelta a la ceiba por parte del pueblo capitalino, acto donde también se encontraban presentes Luis Antonio Torres Iríbar, miembro del Comité Central y primer secretario del Partido en La Habana, junto a Reinaldo García Zapata, Presidente de la Asamblea Provincial del Poder Popular.
Comienza el conteo regresivo para seguir el impulso de todas las tareas acometidas y por realizar aun, en aras de regalar a la capital de todos los cubanos las mejores galas. Hacer por ella cuanto podamos será poco si queremos mantener una Habana a la altura del título de Ciudad Maravilla que ostenta con orgullo, merecida por derecho propio.
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