Tomamos como título el comentario de la lectora identificada como Yami, y hacemos la acotación con interrogantes; pues si bien el director del centro recreativo El Castillito respondió rápidamente a la crítica publicada en nuestro diario digital y posteriormente en la edición dominical impresa del pasado 21 de abril, también lo es que entre los internautas no surtió el efecto deseado. Las consideraciones señaladas por las partes; son el resultado de la posibilidad de intercambio respetuoso que siempre ha estado y permanecerá en el quehacer de Tribuna de La Habana.

La crítica, la réplica y las opiniones son válidas y de ello cada quien es responsable. En el caso que nos
ocupa, otros elementos aportados ahora por el denunciante —y que fuera publicada en la tribuna del
lector en redes, sección de nuestro diario digital (página web)— reflejan irregularidades en el funcio
namiento y atención en El Castillito, las cuales entendemos merecen un análisis a lo interno y que la
respuesta sea erradicarlas, “para garantizar una estadía placentera de los visitantes”, como aseguró en
su carta el compañero Ernesto Álvarez Coello.

Una lectora: Sandra es partidaria de que sean expuestos públicamente los derechos ciudadanos —una vez dentro de estas instalaciones—, como una vía para que los responsables de cumplirlos no hagan “oídos sordos”; en tanto, la internauta que se identifica como Paloma, enfatiza en la obligación de los servidores públicos y critica a la Empresa Provincial Círculos Sociales, instalaciones que, según refiere, mantenían una mejor situación (calidad de oferta, precio y servicios) cuando pertenecían a los sindicatos.

Partiendo de las prohibiciones que tiene el centro recreativo, en este caso, el lector Michel estima que esa información o reglas, a las cuales se refiere la dirección de la entidad “debe ponerlas en conocimiento de la población que la visita, en un lugar preferiblemente público”. Mientras que otro internauta recuerda que “el cliente tiene siempre la razón mientras que sea disciplinado”, y comenta que aunque el director de El Castillito afirma que tienen servicios y productos con precios inferiores a la competencia, lo cierto es
que la pugna en el país está en quien vende más caro, con la consiguiente afectación a los consumidores.

Consideramos recordar que se pueden emitir las quejas, en forma directa, en el mismo centro que las genera y por eso hacemos referencia al derecho constitucional que asiste a los ciudadanos cubanos en el artículo No. 61 de la Carta Magna.

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