A nombre de los vecinos de la calle 164 No. 8327 e/83 y 89, municipio de La Lisa, escribe Ileana San Jorge Aparicio: “Pues desde hace más de un año en la esquina de 164 y 89 el Grupo Empresarial Constructor de La Habana (Gecal) ubicó en plena calle, violando las normas urbanísticas más elementales, pues interrumpe el tráfico vehicular, un contenedor como facilidad temporal destinado a guardar los materiales de construcción de una vivienda para un afectado.
“La edificación de la casa terminó hace más de seis meses y el contenedor sigue en el mismo lugar, no obstante habérsele comunicado al delegado del Poder Popular, al jefe de la obra en su momento y de haber llamado a la oficina de atención a la población del Gobierno Municipal, donde tramitaron la denuncia, pero aún no hemos recibido respuesta (…).
“A ello se suma que hace más de una semana, trabajadores de la Empresa Eléctrica de La Lisa cortaron las ramas de unos árboles que estaban afectando el tendido eléctrico encima de la zona donde está el contenedor, pero no recogieron ni los troncos ni las hojas y las dejaron alrededor del mismo, por lo que se ha creado un basurero que está poniendo en riesgo la salud de los vecinos, pues ya de por sí el contenedor, que está abierto, es lugar para que personas echen basura y hagan sus necesidades, además de acumular agua en su techo, que lo ha convertido en un criadero de mosquitos Aedes aegypti”. Tanto Ileana como el resto de los vecinos están a la espera de que se retire “de una vez y por todas el contenedor”.

SUGERENCIAS CON VISTAS AL 500

“Motiva la presente sugerir a quien corresponda que con vista a la celebración del Aniversario 500 de La Habana, se tenga en cuenta la reparación de los bancos que están en las paradas de los ómnibus”, alega Rolando Almaguer Ramírez, vecino de 5ta. Y 108, reparto Alcázar, municipio de Arroyo Naranjo.

“Hay que tener en cuenta que por estas paradas pasan diariamente miles de personas (…). Para que se pueda comprobar la justeza de este planteamiento, visítese, como ejemplo, solo dos de ellas: La primera del P-6, frente a la Universidad de La Habana, donde se aglomeran cientos de persona a esperar el ómnibus, y no tienen donde sentarse porque los bancos están totalmente deteriorados. Y la del P-13 en el Parque de la Fraternidad, caso similar al anterior (…). Creo que es muy justo que se atienda este planteamiento”.