“Cuando la profesionalidad y el humanismo van de la mano se puede vencer a la muerte por muy empecinada que esta sea. Eso quedó demostrado por todo el equipo de trabajo de la sala de terapia intensiva del Hospital Salvador Allende (antigua Quinta Covadonga)”. Así comienzan su misiva Eduardo Luis Arronte Machado y María Rodríguez Cordero, residentes en calle Florencia No. 218 entre San Quintín y Bellavista, municipio de Cerro, quienes tuvieron en estado crítico a su hija y fue atendida por un profesional equipo médico.

“Tuvimos la desdicha de ver ingresar a nuestra hija de 29 años el pasado viernes 12 de abril con un diagnóstico de bronconeumonía severa bacteriana, enfermedad que se fue agravando a medida que pasaban los días, hasta llevarla a estado crítico y tener necesidad de entubarla.

“Después de 15 días de la angustia más grande que nos ha tocado vivir, hoy estamos en sala terminando su recuperación y todo gracias a los cuatro equipos de trabajo que allí atienden a cualquier ser humano que lo necesite, sin que medie el más mínimo interés monetario y poniendo muy en alto sus capacidades de héroes anónimos de la medicina cubana.

“Llegué a ellos nuestro más sincero agradecimiento por todo el trato que recibimos en cada parte médico y le pedimos a la dirección del hospital y al Ministerio de Salud Pública que les sea reconocido todo el esfuerzo y dedicación con el que desempeñan su labor diaria. Especial agradecimiento a los doctores Dianelys Pérez, Adalberto Rodríguez, Jorge Jiménez (Yoyi), Jeovany Quevedo, Lázaro Vázquez, Roberto Davas, Dayami y Silvio.

“Reconocemos también a todos los equipos de médicos, de enfermería, técnicos y asistentes.

Llegue nuestro más sincero agradecimiento por haber salvado la vida de nuestra hija. A nuestro Sistema de Salud también nuestro agradecimiento por todos los recursos empleados de forma gratuita y a nuestra invencible Revolución”.