Esa pregunta acompaña el asunto de la misiva enviada por Ana María Silió Ibarra y Ana María Ibarra Sala, vecinas de calle 3ra. No. 110 entre D y E, municipio de Plaza de la Revolución; en la misma explican:
“Nos dirigimos a ustedes para que analicen la situación confrontada desde septiembre de 2017. Justo después del paso del huracán Irma comenzó la construcción de un hotel por parte de la Empresa Inmobiliaria Almest (…) en la calle 1ra. entre D y E, en el Vedado, a menos de tres metros detrás de nuestras viviendas; desde que se comenzó no hemos tenido un momento de tranquilidad. Cuando empezaron con la cimentación el ruido era insoportable y las vibraciones afectaban a las casas, (…) lo mismo sucedió cuando iniciaron los trabajos de construcción del parqueo, pues era imposible dormir por el ruido de la fundición, la cual hacían por la noche-madrugada (lo cual no entendemos) hasta altas horas y además del escándalo de los constructores y las discusiones.
“Otra cuestión que nos afecta es la planta eléctrica; hay ocasiones en que la ponen las 24 horas del día, aun sin existir afectación en el servicio eléctrico. (…) Cuando cesa lo que se conoce como ruido ambiental de fondo (el ruido que genera la habitual actividad humana, conversaciones, el ruido de los carros, etcétera) aumenta la percepción de otros ruidos, como los de una construcción, o la música. Esta cesación se produce en el entorno de las 10:00 p.m. a 11:00 p.m. y a la vez que cesa, aumenta el volumen de las actividades que se realizan después de estas horas, por lo que se percibe más bullicio afectando el normal desarrollo del sueño.
“Además de lo anterior, sufrimos las conversaciones a altas horas de la noche de los custodios, que no se miden en el volumen de sus voces y tampoco cuando ocurren discusiones entre ellos. Varios vecinos se han acercado a la construcción, a fin de que moderen el ruido, pero ha sido infructuoso.
“Sabemos la importancia de la construcción de hoteles para el turismo, tanto nacional como extranjero, pero pedimos que se reduzca el ruido en las horas de la madrugada y que las fundiciones las realicen en horas diurnas, a fin de que no afecten el normal descanso de la comunidad que rodea la construcción”.