“Llevo días pensando como encabezar mi carta pero de verdad no sé.

De hecho no sé, si a esta sección es a la que debo escribir pero espero ser orientada”. Así comienza su mensaje Lariza Benavides Peñalver, de 44 años de edad y vecina de calle Lealtad, No. 167 entre Ánimas y Virtudes, municipio de Centro Habana.

“Durante 8 años estuve cuidando a mi madre que era diabética. Después todo se fue complicando (…) hasta la amputación de ambas piernas, por lo que me convertí en cuidadora a tiempo completo; cosa que me da mucha satisfacción porque por una madre, todo.

“Debido a esto estuve desvinculada del trabajo estatal. Ahora ya estoy lista para recomenzar porque me siento saludable y capacitada, por lo que trato de encontrar un trabajo acorde a mi nueva vida.

“Vi en el periódico Tribuna de La Habana, en las Ofertas Laborales el anuncio (publicado el 7 de febrero) de los laboratorios MedSol solicitaba personal para trabajar. Me presenté a su convocatoria y la compañera que me atiende, antes de comenzar a hablar, aclara que las personas mayores no tienen posibilidades de trabajar en la entidad, porque ‘la vida ha demostrado que no resisten el tren de pelea…’

Sin hablar, varias compañeras que esperaban, se le levantan y se van. A pesar de tener 44 años estoy bien de salud y me siento capacitada para la plaza que voy a solicitar, me quedo sentada y espero mi turno.

“Cuando la compañera cogió mis documentos me dijo, y cito: ‘¿usted para qué plaza vino?’ Empacadora, contesté, porque necesito trabajar días alternos. ‘Bueno vamos a ver cuando termine de escoger a las jóvenes, si me quedan plazas, se te llamará’. ‘Pero tú sabes de economía según tu currículum’. Me dice la compañera.

“(…) Mi hijo dice que ya soy del siglo pasado. Ya me lo creo, porque si con 44 años no tengo posibilidad de aspirar a una plaza de empacadora de medicamentos ¿en qué debo trabajar mis próximos 16 años que me faltan para retirarme?

“¿Cómo es posible que en nuestras empresas estatales todos quieran hacer bolsas de trabajo, donde solicitan papeles a veces imposibles y luego te desechan sin piedad?

“Quisiera que alguien me pueda explicar cómo en una sociedad que envejece cada día más, alguien de 44 años no pueda ser empacadora. ¿A qué debo aspirar? ¿O qué trabajo debo realizar?

“Son tantas preguntas a las que no le encuentro respuestas. Pero espero sabia atención y respuesta, para mí y para personas que como yo quizás estén pasando por lo mismo”.