“Nos dirigimos a esa dirección, confiando en que tenga efecto nuestra queja, ya que hemos intentado por diferentes vías dar solución, pues comenzamos el año sin que se resuelva”. De este modo inicia su carta María Elena De Lorenzo, quien escribe en nombre de los vecinos del edificio Marcia, ubicado en Calle M No. 363 e/ 23 y 21, Vedado, municipio de Plaza de la Revolución.
“Primeramente queremos expresar que desde principios del año pasado se rompió el elevador del edificio, no arreglando el mismo debido a que se esperaba la instalación de uno nuevo. El equipo llegó, fue instalado hace alrededor de cuatro meses y medio y aún no se ha puesto en funcionamiento. Las razones concretas del por qué no está trabajando se desconocen (…). Es penoso que se invierta importando el elevador, que se instale y que no se logre el resultado final: prestar el servicio.
“Esta situación fue planteada en la rendición de cuentas hace prácticamente un mes y se quedó en que vendrían a ver el elevador. El compañero que vino representando a la Vivienda dijo que no sabía de esta situación. Nos preguntamos ¿qué control ha existido en el cumplimiento de ese trabajo?
“Es bueno que se conozca que este edificio cuenta con cinco pisos y 54 apartamentos, pero que el 80% de los que aquí vivimos son personas de la tercera edad. Pudiera enumerarle casos de personas con problemas de salud que no pueden bajar ni subir esas escaleras y se ven limitadas en todo, hasta para asistir a un turno médico.
“(…) Por otro lado tenemos la situación de la bomba que tira el agua para el tanque central. Esta se ha roto en varias oportunidades, medios propios de los vecinos la han llevado a reparar, lo que se hace, lo mismo en San Antonio de los Baños que en San José de las Lajas, por ser una bomba con determinados requisitos. Las gestiones de reponerla se han hecho con diferentes organismos, Vivienda, Recursos Hidráulicos, etc., sin que haya un resultado. El dinero para comprarla se tiene, los vecinos hemos aportado y ahí está para poder adquirirla y reponer la que en estos momentos tenemos.
“En la asamblea de rendición de cuentas también se quedó en dar respuesta sobre este particular, pero nada, lo cierto es que es deprimente ver a los ancianos del edificio subiendo con botellones de agua, adquiriendo el agua en una distancia de una o dos cuadras porque nuestro edificio no tiene cisterna, se alimenta de pozo”.