Contenta anda la fanaticada de la capital por estos días con los Leones de Industriales. Una vez más, bajo pronósticos adversos y nadando contra corriente, se levantaron del mundo de los muertos y regresaron para darle vida a la 59 Serie Nacional de Béisbol.
En medio de múltiples lesiones y ausencias importantes que sin dudas merman su ofensiva, con brechas en el cuerpo de lanzadores y una defensa que provocó escándalos al inicio de la competencia, solo los más optimistas podían verlos dentro de la zona de comodín a estas alturas del campeonato. Muchos han sido los factores influyentes en este repunte; desde nuevas motivaciones hasta efectivas tácticas psicológicas por parte de la dirección del conjunto, pero ciertamente cuando empezaron a dejar la dependencia por la ofensiva fueron llegando las victorias.
Tres jovencitos menores de 21 años de edad (Marcos Ortega, Bryan Chi, y Andy Rodríguez) han madurado en el montículo de una manera apresurada pero muy efectiva y, entre todos, han participado en 19 de las primeras 22 victorias en esta temporada, la clave principal para el regreso de la tropa azul.
Con una ofensiva colectiva de 283 (la media es 289) y ocho equipos con números más calientes con el madero, poco hubieran podido hacer en la primera fase de no ser por el explote de estos nuevos talentos.Si a ello sumamos la actuación del veterano Vladimir Baños-líder del staff- quien ya acumula cinco éxitos y permite 3.54 carreras limpias por juego de nueve entradas, hemos encontrado las fórmulas secretas para que los Industriales vuelvan a salir adelante en los vaticinios y podamos verlos en la lucha por uno de los comodines para pasar a la siguiente fase.
El equipo exhibe ahora 34 errores en sus primeros 40 partidos para un aceptable 977 de average, por encima de la media del torneo y en el quinto lugar entre todos los equipos participantes.
La nave azul ya puede comenzar a soñar en grande y se presenta como uno de los conjuntos contendientes en esta temporada. La suerte está echada. Nos vemos en el estadio.