Desde temprano los azules marcaron territorio cuando en el primer episodio Jorge Enrique Alomá desapareció la pelota por encima de los límites del terreno con dos compañeros en circulación para teñir de azul las pocas esperanzas dispersas por los graderíos rivales.

Suficiente el bambinazo para Marcos Ortega que otra vez se plantó en el box como todo un consagrado a rendir de hambre los maderos naranjas demostrando que no ha sido obra de la casualidad sus actuaciones anteriores, al punto de permitir solo un imparable (cuadrangular de Juan Carlos López) en siete capítulos completos de actuación.

Con apenas 21 años y corazón felino, es un tesoro descubierto a última hora por el cuerpo de dirección de los Industriales y desde ya será una especie de arma secreta para la dura porfía de los comodines, si al final se concreta la ansiada clasificación.

Otra vez Alomá con un cañonazo a los jardines, un doblete de Yhosvani Peñalver (conectó dos), y elevados de sacrificio de Yordanis Samón y Oscar Valdés; completaron el botín sabatino para dejar la pizarra 7-1 e inclinar la balanza en la serie particular contra los anfitriones villareños.

Al final del partido en la octava se oficializó la victoria número 20 de las huestes azules en la temporada y así se mantienen afincados en la zona de suspiros.

(Con información de la web Industriales de La Habana)