El cáncer de próstata es una patología que afecta anualmente a alrededor de 1,5 millones de personas en el mundo, se origina por un crecimiento descontrolado de las células de la próstata, la cual es una glándula ubicada debajo de la vejiga y delante del recto en los hombres, encargada de producir el líquido seminal que nutre y transporta el esperma.

En principio no asociada directamente a un estilo de vida y hábitos poco saludables, como tabaquismo, obesidad, alimentación desbalanceada o alcoholismo, aunque es un tema en estudio. Los principales factores de riesgo lo constituyen la edad y los antecedentes familiares.

A partir de los 50 años la próstata comienza a ser una preocupación para los hombres. Esa es la edad en la que por lo general los expertos en urología y oncología consideran necesario comenzar a revisar esta glándula, sin embargo, algunos especialistas recomiendan que se chequee a partir de los 40 años.

Cada 11 de junio de conmemora el Día mundial del cáncer de próstata, con la finalidad de sensibilizar y concienciar a la población masculina, acerca de la importancia de su diagnóstico precoz y la aplicación del tratamiento respectivo, de ser necesario.

Con la edad, el tamaño de la próstata va aumentando poco a poco. Los problemas aparecen cuando este crecimiento no es normal o se desarrolla de forma descontrolada, provocando un cáncer.

Principales síntomas

  • Ganas de orinar durante la noche o pérdidas de orina.
  • Aumento del número de veces que se orina durante todo el día.
  • Flujo de orina débil o interrumpido, o necesidad de hacer fuerza para vaciar la vejiga.
  • Dolor y escozor durante la micción.
  • Retardo en el inicio de la micción y disminución de la fuerza del chorro miccional o intermitencia de este.
  • Goteo después de orinar.
  • Sensación de que queda líquido en la vejiga.
  • Sangre en la orina.
  • Sangre en el líquido seminal.
  • Disfunción eréctil.
  • Molestias o dolor al estar sentado, causadas por un aumento del tamaño de la próstata.
  • Dolor en las caderas, la espalda (columna vertebral), el tórax (costillas) u otras áreas debido a que el cáncer se puede haber propagado a los huesos.
  • Debilidad o adormecimiento de las piernas o los pies, o incluso pérdida del control de la vejiga o los intestinos debido a que el cáncer comprime la médula espinal.

Los expertos plantean que tener molestias a la hora de hacer pis no significa que haya un cáncer en la próstata. Si esto ocurre hay que ponerlo en conocimiento del médico para que determine que está pasando. Además, que muchos hombres con este cáncer no detectan ningún síntoma que les alerte sobre la presencia del tumor. Muchas veces, son los controles rutinarios los que detectan unos niveles de PSA (antígeno prostático específico) muy elevados indicando que algo va mal.

Factores de riesgo

Como ya dijimos, el más importante es la edad. La edad media del diagnóstico está en torno a los 69 años, aunque a partir de los 50 es cuando se recomienda empezar con las revisiones de la próstata.

Otro factor es la genética. Si algún familiar ha padecido cáncer de próstata, las posibilidades de enfermar aumentan. Cuando el pariente es un hermano o un padre, el riesgo de padecerlo es mayor que el de otros hombres, sobre todo si fueron diagnosticados con menos 55 años, detallan desde la AEU.

Por último, y aunque todavía no se conoce el por qué, el cáncer de próstata suele ser más agresivo entre los hombres de raza negra.

Desde la asociación de urólogos recomiendan que el primer control se realice en hombres mayores de 50 años, o a partir de los 45 años si hay antecedentes familiares.

Diagnóstico

Debido muchos hombres con cáncer de próstata se encuentran asintomáticos, por lo general el primer signo de la enfermedad será un hallazgo casual en una analítica rutinaria de un PSA elevado. Este es una proteína producida, casi exclusivamente en la próstata, que se segrega junto con el semen, de la que una cantidad pasa a la sangre.

Los valores normales del PSA pueden variar solo por razones de edad y volumen prostático. De hecho, puede ocurrir que en varones de más edad y mayor volumen prostático aparezcan niveles de PSA elevados sin que haya presencia de un cáncer de próstata.

Para confirmar el diagnóstico, el especialista realizará además otra serie de pruebas complementarias. Una de ellas es el tacto rectal. Se trata de una exploración simple y sencilla, que no requiere hospitalización.

Foto: Tomada de Granma

Prevención y control en Cuba

El cáncer constituye la segunda causa de muerte en la Isla, por ello, el Sistema Nacional de Salud (SNS) cuenta con un Programa integral para su control, el cual involucra a todos los niveles de atención, y fomenta la participación activa de la población en la prevención mediante el autocuidado y la autorresponsabilidad.

El de próstata es la segunda causa de fallecimiento y también el segundo en incidencia en el hombre. Si la persona tiene antecedentes en familiares de primera línea, debe participar activamente en la búsqueda de la atención médica para que le realicen las pruebas que tiene disponible el sistema de Salud, a partir de los 45 años.

Es probable que la mayoría de los síntomas anteriormente expuestos sean por una causa distinta al cáncer de próstata. Por ejemplo, la hiperplasia prostática benigna (un crecimiento no canceroso de la próstata) causa dificultad para orinar con mucha más frecuencia que el cáncer. Aun así, resulta importante que le informe a su médico si presenta cualquiera de estas sintomatologías para que se encuentre la causa y le indiquen un tratamiento, en caso de ser necesario.

Un nódulo palpable en el tacto rectal, obliga a realizar una biopsia. Es menos corriente que este tipo de cáncer se diagnostique por la presencia de síntomas obstructivos urinarios, molestias pélvicas o perineales, edema de miembros inferiores o lesiones óseas sintomáticas.

Aunque el principal factor de riesgo lo constituye la edad y los antecedentes familiares, se recomienda adoptar hábitos de vida más saludables, entre ellos:

  • Evitar el consumo de alcohol, cigarrillos y otras sustancias nocivas para la salud.
  • Hacer ejercicio regularmente para desechar toxinas, prevenir la obesidad y el sobrepeso.
  • Cuidar la alimentación, incrementando el consumo de frutas y verduras. Disminuir el consumo de harinas, carnes rojas, sal y azúcares.
  • Evitar el abuso de consumo de medicamentos y fármacos, sin prescripción médica.
  • De acuerdo con algunos estudios, se plantea que mantener una actividad sexual frecuente y saludable, disminuye la probabilidad de padecerlo.

Algunos pacientes refieren que al consumir semillas (pipas) de calabaza, entre otras plantas medicinales, han logrado superar el cáncer de próstata, no obstante, la consulta con el especialista siempre debe ser la mejor opción.

Se sabe que estas semillas tienen un efecto beneficioso para la salud de la próstata: numerosos estudios concluyen que el aceite extraído de ellas es eficaz como tratamiento complementario contra la hiperplasia benigna de próstata. Son diuréticas, antisépticas, antiinflamatorias y emolientes.

Como ocurre con cualquier tipo de cáncer, existe el riesgo de que se disemine a otras partes del cuerpo, situación que representa un grave problema de salud. Al ser tan frecuente y potencialmente mortal, es imprescindible que los hombres mayores se sometan a controles médicos periódicos, pues si se detecta a tiempo, la probabilidad de que el tratamiento sea exitoso es muy elevada.

Para lograr mejores resultados en la prevención y control de cualquier tipo de cáncer es fundamental la educación de las personas en la importancia de su cooperación en las acciones preventivas y de diagnóstico precoz. Los especialistas coinciden en que es necesario incrementar la conciencia de la población para sumarse a las pruebas de pesquisa disponibles en el SNS, además de promover el autocuidado y la práctica de estilos de vida saludables.

Foto: Tomada de Redes Sociales

Referencias

Scielo. Revista cubana de información científica 
Sitio web Medicina y Salud pública

Ver además:

¿Cómo el tabaco daña su salud y la del medio ambiente?