En la actualidad existen los recursos necesarios para la detección temprana del cáncer de mama y el cérvico uterino, sin embargo algunas mujeres padecen estas enfermedades y solo lo descubren cuando puede ser demasiado tarde.
El cáncer de mama es mucho más frecuente entre las mujeres y la posibilidad de padecerlo aumenta con la edad. Constituye la tercera causa de muerte en Cuba. Por ello, es importante conocer algunos factores de riesgo que pueden provocar esta enfermedad y las medidas para su prevención.
Entre los factores a tener en cuenta están la genética, el historial familiar, tener la primera menstruación antes de los 12 años, la menopausia después de los 55 años, parir el primer hijo después de los 30 años o no tenerlo, el uso de pastillas anticonceptivas.
Como medida de prevención se recomienda el auto examen de mamas. A partir de los 30 años debe consultarse un especialista anualmente, entre los 40 y 49 años realizarse una mamografía cada dos años y después de los 50 una mamografía anual. Las mujeres con tejido mamario muy denso requieren pruebas más precisas como resonancia magnética, ecografías y otras técnicas que permiten obtener imágenes más detalladas.
El estilo de vida es importante, se aconseja evitar el hábito de fumar, la exposición innecesaria a radiaciones, reducir al mínimo el consumo de bebidas alcohólicas, evitar la obesidad después de la menopausia pues se producen más estrógenos, realizar ejercicios físicos con una dieta rica en vitaminas y minerales. También se recomienda amamantar a los hijos el mayor tiempo posible y evitar la terapia hormonal sobre todo a largo plazo.
Para la detección del cáncer cérvico uterino se realiza la prueba citológica. En Cuba se comienza a hacer a partir de los 25 años y hasta los 60, por ser la etapa de mayor riesgo, con una frecuencia de tres años. Fuera de este tiempo se efectúa si se sospecha alguna anomalía.
Existe un Programa Nacional de Diagnóstico Precoz de Cáncer Cérvico Uterino, para evitar el incremento de esta patología. Las mujeres son citadas por la enfermera de su consultorio médico para realizarle la prueba. Con esta se puede detectar cualquier problema en el aparato genital, los cuales muchas veces son asintomáticos. Además, se pueden diagnosticar infecciones, trastornos y cambios morfológicos en las células del cuello y el cuerpo del útero.
El cáncer cérvico uterino se desarrolla de forma lenta, primero los tejidos experimentan cambios y aparecen en ellos células anormales, proceso denominado displasia. Con la prueba citológica se descubren estas células pre-malignas.
Si las mujeres se realizaran este examen con la periodicidad establecida, existirían menos muertes por esta causa. La detección temprana influye en su posibilidad de curación, de lo contrario las células cancerosas comienzan a crecer y a diseminarse en el cuello uterino.
Ninguna mujer está exenta de padecer cualquiera de estas enfermedades y el diagnóstico temprano aumenta en gran medida las posibilidades de curación. Por eso es imprescindible que se tome conciencia de la necesidad de examinarse con periodicidad. Prevenir es la única manera de vencer cualquier tipo de cáncer.