La selección cubana no pudo con los vigentes monarcas del orbe de Argentina en su debut en la Copa Mundial de softball, y cayó con marcador final de 3-1, en partido desarrollado en el Rosedale Park de la ciudad neozelandesa de Auckland.
A dos outs de la victoria estuvo la tropa del experimentado timonel Leonardo Cárdenas, pero los sudamericanos armaron un motín de última hora y con un paquete de tres anotaciones le dieron un vuelco al marcador.
Huemul Mata, considerado uno de los mejores lanzadores en este mundo de la bola blanda, había sacado hasta el quinto inning 11 de los 13 outs por la vía del ponche y solo le habían llegado dos bateadores a la primera almohada por boleto y pelotazo, cuando Reynaldo Lamote le desapareció la esférica y puso a soñar a los antillanos.
Alain Román, el diestro nacido en Guantánamo que ha llevado a Ciego de Ávila a coronarse en varios campeonatos nacionales, había colgado seis argollas en la pizarra, pero en esa entrada regaló un par de boletos y soportó igual cantidad de dobletes, entre ellos el del receptor Juan Zara que remolcó dos carreras.
Mata, en definitiva ponchó a 15 criollos en los seis capítulos que trabajó para llevarse la victoria, y solo aceptó el largo imparable que se llevó las cercas.
Los nuestros, quienes tuvieron que jugar con cinco ausencias en la banca por problemas con los pasajes, y sortear varios obstáculos para llegar a aquellas lejanas tierras solo unas horas antes del comienzo del partido, amenazaron a la hora de recoger los bates con doble de Manuel Savigne y un boleto, pero el bombero Román Godoy apagó el fuego y se anotó el salvamento.
Este sábado a las 5.00 pm los cubanos enfrentarán a la República Checa y están prácticamente obligados a vencer si quieren pelear por uno de los tres cupos disponibles para pasar a la superrronada, en una llave muy fuerte donde también están los anfitriones (siete veces titulares del orbe), y los Estados Unidos con cinco títulos mundiales en su bitácora.
Cuba solo ha participado en dos versiones anteriores y fue décimo lugar en la última copa del 2019.
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Quizás Alain Roman no debió lanzar ese séptimo inning