Corre 1994 y Carlos tiene 14 años. Algunos de sus amigos, vecinos y familiares dejan Cuba tras los cantos de sirena del gobierno estadounidense, que mientras recrudece el bloqueo económico y financiero promete beneficios y garantías a quienes logren pisar tierra americana. En embarcaciones hechas a mano, improvisadas a partir de cualquier material, surcan los mares: son balseros. Pero Carlos (Damián González) es un adolescente y en medio de sus dolores personales no alcanza a comprender la total dimensión político-social del momento. A través de su mirada está contado Agosto; un filme sin excesos y sin ánimos de juzgar, que apela a las memorias colectivas de quienes se enfrenten a la única película cubana en concurso en el apartado de Ópera Prima durante este 41 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana.

Con el apoyo del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (Icaic), esta producción entre Cuba, Costa Rica y Francia debió atravesar un largo camino de casi diez años para ver materializado el proyecto original de Armando Capó (director) con guion de Abel Arcos. Finalmente es posible ya disfrutar de una obra que, más allá de la fuerza dramática del contexto donde se enmarca, profundiza en valores más universales como la adolescencia, la pérdida de seres queridos y el despertar sexual de un niño varón que deberá asumir las exigencias socialmente aceptadas para su género, pero recrudecidas aún más por la precariedad económica.

Capó, coordinador de la Cátedra de Ficción de la Escuela Internacional de Cine y Tv de San Antonio de los Baños, cuenta en su haber una larga producción documental (Descubriendo Pancha, 2004; La marea, 2009; Ausencia, 2011), lo cual quizás haya influido en la manera en que está contada la historia. No hay en ella efectismos dramáticos ni catarsis desgarradoras; incluso el tratamiento al color desde una paleta sin estridencias, el tempo de la edición y el uso de la cámara en mano contribuyen a lograr un relato desde la calma, con una estructura narrativa poco convencional, pero muy atrayente a partir, entre otras cosas, de la cuidadosa recreación de la época.

Con las actuaciones de Glenda Delgado Domínguez, Felito Lahera, Verónica Lynn y Lola Amores Rodríguez, es esta una película en todo sentido diferente que propone una mirada sanadora hacia ese momento de despedidas y separaciones. Aquel agosto fue el mismo de muchos y quien todavía necesite una reconciliación con ese verano, quizás en este Agosto, lo encuentre.