Un conversatorio sobre el casabe -alimento producido a partir de yuca-, demostración de platos elaborados con esa base por parte de  iniciativas que promueven su consumo, propició la segunda casabacha, esta vez organizada por la Mipyme Yucasabi, con la participación de una representación de la Asociación Culinaria, el proyecto La moneda cubana y diseño de moda con motivos aborígenes.

Según explicó Yudisley Cruz, presidenta de Yucasabi, a la convocatoria acudieron productores de diferentes zonas del país: Yoel Fontaine y Julio Nuñez, por el occidente; y Reinaldo Blanco, uno de los productores más importantes de la zona del Padrón, en la oriental provincia de Granma.

Para Cruz, en el día del aniversario 170 del natalicio del Héroe Nacional de Cuba, José Martí, los protagonistas del encuentro fueron las nuevas generaciones, niñas y niños de dos escuelas primarias de La Habana Vieja. "Son los que van a seguir produciendo y consumiendo casabe y están invitados aquí con mucho deseo de que aprendan sobre este plato tan antiguo, patrimonial, que seguramente ya vieron en la escuela y hoy queríamos muy especialmente que lo probaran".

"No solo queremos rescatar todo el valor patrimonial que tiene como de los platos más antiguos de nuestra cocina, sino también que se incorpore a la dieta diaria de todos nosotros, por todos esos valores que tiene como alimento sano",destacó la presidenta de Yucasabi.

Yoel Fontaine, productor de casabe y principal impulso de su promoción y producción en La Habana, dijo que en ocasiones, las personas saben de mitología griega y desconocen la historia del casabe, que es algo cultural y de cubanía.

Sobre el casabe, Madelaine Vázquez, del  Movimiento de Alimentación Sostenible (MAS), perteneciente a la Sociedad Cubana para la Promoción de las Fuentes Renovables de Energía y el Respeto Ambiental (Cubasolar), señaló: nuestro propósito noble es acompañar al Estado cubano en la implementación de la recién aprobada Ley de soberanía alimentaria y educación nutricional, que nos va a permitir tener sistemas agroalimentarios más flexible, perdurables y más locales y pensamos que es un alimento bueno porque obedece a nuestras tradiciones y,  desde el punto de vista culinario, puede ser elaborado de una manera exquisita.

A su vez, consideró, es un alimento  limpio: proviene de la yuca,  un cultivo ancestral de nuestros aborígenes,  que representa la cultura caribeña y “podemos certificar que es un alimento que no ha tenido que recorrer  miles de kilómetros para llegar a nuestro país,  por lo que es sostenible”.

Foto: Raquel Sierra

La chef Alina Martell Reyes, presidenta de la Asociación Culinaria de La Habana, felicitó a todas las personas vinculadas al proyecto y destacó: "este producto forma parte de nuestra cultura y nuestras tradiciones culinarias y la Federación Culinaria siempre estará presente en cada uno de los eventos que ustedes nos convoquen", con la responsabilidad de apoyar y cooperar con todo lo que esté relacionado con esta arte, parte de "nuestra cultura, nuestras tradiciones, nuestras raíces culinarias y  nuestro patrimonio culinario".

Como parte del encuentro, los diferentes participantes compartieron y explicaron sus  recetas, que tuvieron como soporte y vasija comestible el casabe. La amplia gama incluyó elaboraciones con vegetales, pollo, dulces en almíbar y hasta helado de catibia - masa resultante del rallado de la yuca, prensada y exprimida-, elaborada por por el innovador Raúl García.

A su vez,  en un burén -plancha, generalmente de barro cocido, que se utiliza para cocinar el casabe-, sobre carbón, Blanco mostró el proceso de cocido de las tortas de casabe y las rellenó con diferentes ingredientes, entre ellos, guayaba natural, conserva de guayaba, huevo y queso blanco.

Esta es una de las acciones que se desarrollan en la capital cubana para promover el conocimiento sobre este alimento ancestral y patrimonial, con amplia versatilidad para combinar con diferentes productos.

Foto: Raquel Sierra
Foto: Raquel Sierra

Vea también:

Martí presente en el Cotorro