La Defensa es para los cubanos prioridad. Le dan tanta preponderancia como a la salud –colectiva y personal- o la vida misma. Resulta cuestión que no admite retardos, ni siquiera ahora mismo en La Habana, en medio de tantas obligadas restricciones y aplazamientos, que llevan estampado el cuño de la COVID-19.
Ha llegado el turno del llamado a filas, y en correspondencia, las comisiones de reclutamiento –municipales y provincial- son, por estos días, escenario de un intenso ajetreo, el cual da paso a sucesivas hornadas de imberbes bisoños, que irrumpen en el Centro de Preparación Básica para los nuevos Soldados (CPBNS), de la Región Militar (RM) Habana.

Una unidad militar-escuela, ubicada al oeste de la capital
Enfrentados a una experiencia para ellos inédita, llegan acompañados de expectativas, preocupaciones, sueños, incluso sustos y miedos, los de siempre que ya fueron vividos por quienes les antecedieron, pero también, otro esta vez, asociado al alto nivel de contagio de la enfermedad provocada por el nuevo coronavirus, una inquietud que con mucha más intensidad sufren los padres y otros allegados, desde del hogar.
Sin embargo, en honor a la verdad, no hay por qué preocuparse. En prácticamente seis meses, desde que en marzo la Isla reportara el primer caso de contagio hasta la fecha, las unidades militares de la RM se han mantenido libres de la presencia del contagioso padecimiento, sin dar cuenta de positivos ni entre los oficiales ni entre los soldados e incluso tampoco el personal civil.
Así lo confirma el capitán Yasser Haber Molina, jefe del Puesto Médico territorial de Salud, una voz muy autorizada en la materia, dada su experiencia de trabajo en Lombardía, justo cuando aquella geografía del norte Italiano clasificaba como el epicentro mundial de la pandemia.

“Primero deja de salir el sol que permitir una violación de las medidas establecidos por los protocolos higiénico-sanitarios, diseñados para prevenir la COVID-19. Se trata de regulaciones llamadas a propiciar distanciamiento físico y crear barreras que impidan la entrada del virus al organismo. Son de estricto cumplimiento, a tener en cuenta en todas las unidades y todo momento, incluso a la hora del sueño, baño y las comidas.
“Velamos por su acatamiento desde este mismo minuto, en el cual la familia, confiada, pone en nuestras manos, el más preciado de sus tesoros. Nosotros estamos en la obligación de no defraudarles, y de ahí la exigencia temprana, que tal vez incomode a quienes son rebeldes por naturaleza, pero con el tiempo llegaran a convertirse en hábitos que se traduzcan en protección. Es ese el propósito”.
La comprobación en la práctica de todo lo que me ha dicho el especialista me hace feliz: Test rápidos para todos a la hora de partir de los centros de reclutamiento hacia las unidades. Una vez allí, entrevista-pesquisaje, toma de temperatura y PCR en tiempo real, a cargo de profesionales de la salud, antes de ser oficialmente admitido en el centro de entrenamiento, con el consiguiente aislamiento para estudios más profundos y tratamiento, de ser necesario, cuando aparece alguna duda y el bombillo enciende en rojo.

El recluta Giannys Pérez Cobiella me pide un saludo para la familia y los amigos del barrio, y aprovecha para también dar fe del rigor en la observancia de las prácticas que han de cerrar las puertas del CPBNS a coronavirus, garantía de que también después transiten a soldados y lleguen sanos, a las unidades que finalmente les toquen.
Y como epílogo de esta historia, el coronel Valentín Lázaro Campo Hernández, jefe Comité Militar Provincial, hace algunas precisiones imprescindibles:

“Entre las muchas peculiaridades impuestas por la COVID-19 a este llamado no puede dejarse de mencionar la reducción del concentrado de preparación de los futuros soldados a solo dos semanas, durante las cuales no se contempla pases ni visitas, y conlleva, una vez concluida, el traslado inmediato a las unidades, con el objetivo de asegurar el imprescindible aislamiento y evitar lamentables complicaciones.
“Con vista a su ingreso al Servicio Militar Activo, ahora únicamente hemos contemplado a jóvenes obreros calificados y sin vínculo laboral. En el mes de noviembre habrá otra convocatoria dirigida a los estudiantes que hayan vencido el nivel medio superior”.
