José Gutiérrez-Xtravaganza fue uno los siete bailarines que, en 1990, bailaron el icónico video de Vogue, de Madonna —el más vendido de 1990—, y que además de coreografiar el tema acompañó a la cantante en el Blond Ambition Tour, uno de los más icónicos de su carrera.
Veintiséis años después de compartir esta maravillosa experiencia con La Reina del Pop, José llegó a La Habana para presentar Strike a Pose (2016), en el marco de 7ma la Semana de Cine Holandés a desarrollarse a partir de hoy 11 y hasta el día 20 del presente mes en el Multicine Infanta.
El documental dirigido por la realizadora escocesa Ester Gould y el periodista holandés Reijer Zwaan, versa sobre los siete bailarines que protagonizaron dicha gira, quienes defendiendo los derechos de expresión y la diversidad sexual inspiraron a millones de personas en todo el mundo.
Sobre la repercusión del estilo urbano Voguein y su paso por Cuba, cuenta Xtravaganza en entrevista concedida a Tribuna de la Habana:
¿Cómo llega Vogue a tu vida?
-Estaba estudiando Ballet, me había ganado una beca ya que mi familia no tenía el dinero para pagar la carrera y tenía el sueño de graduarme para pertenecer a una compañía respetable, cuando de la nada sucedió. Una amiga personal era estilista de Madonna, le habló de mi talento y la llevó al club donde bailaba los fines de semana.
“Ella quedó encantada y luego hizo el casting donde participaron muchísimos bailarines y solo quedamos siete. Entonces monté la coreografía de Vogue con solo 18 años, no imaginaba como impactaría después al mundo entero”.
¿Qué nos puedes contar del proceso anterior a la gira?
-Duró en total, contando el tiempo de ensayo, 8 meses y fue muy intenso. La coreografía de Vogue no tiene pasos elaborados como en el Ballet que se llaman plié o tendu, lo cual es más difícil de enseñar.
“Todo el montaje fue a apreciación de vista, como una mímica, yo bailaba y los demás repetían. Se adaptaron perfectamente como bailarines, fue un proceso complicado pero muy placentero”.
¿Cuál fue la repercusión de este suceso en tu vida profesional?
-En lo profesional fue todo un éxito, me abrió puertas de manera increíble que a tan corta edad tuviera tantas posibilidades. En principio no supe apreciar la oportunidad que significaba, era muy joven, no tenía representante que me guiara.
“También surgieron rivalidades de conocidos que quisieron meterse en el medio, muchos obstáculos. Algunas personas me contactaron para agradecerme por darles una voz, otros ganaron valor para enfrentar la vida con orgullo y sentirse bien con las individualidades. Hoy tengo el orgullo de haber sobrevivido a lo sucedido y estar hoy aquí”.
¿Además de la presentación de Strike a Pose, que otras acciones realizarás en La Habana?
-El viernes 12, a las 08:00 pm podrán disfrutar del documental en la sala número 1 del Multicine Infanta. Más tarde en King Bar impartiré una clase magistral de Voguein para todo el que se interese y desee asistir.
¿Qué representa Vogue en lo personal más allá de lo polémico?
-Aun siendo muy joven viví la época del auge del SIDA, muchos murieron, incluso amistades. Me afectó demasiado, en algunos momentos quise dejar de bailar y gracias a la visibilidad que le dio Vogue a mi talento tuve las fuerzas para entregar un poco de mi arte.
¿Expectativas con la proyección del documental en La Habana?
-Son demasiadas emociones. Pienso que estoy representando a mi comunidad, aunque nací en New York, mis padres son de República Dominicana, así que soy latino. Me siento como en casa y estoy muy orgulloso de poder llegarle al público cubano.
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